Sebastian Arrechedera de Rainbow Lobster
El presente es el metaverso y ya varias agencias exploran el nuevo universo digital. Sebastián ‟El Pana” Arrechedera, fundador de Rainbow Lobster, conversó sobre la importancia de formar parte de Decentraland, un proyecto que se ejecuta en la blockchain de Ethereum (ETH) y cuya finalidad es la creación de un mundo virtual abierto en el que los usuarios puedan operar tal cual lo hacen en el mundo físico.
“En un mundo en el que las oficinas están dejando de utilizarse, el metaverso es la mejor opción para tener nuestros headquarter que son realmente una galería abierta a la creatividad y a la colaboración” explica. “Hay una nueva revolución digital que nos toca a todos los que trabajamos haciendo contenidos e Ípsilons, es la de los NFTs y el blockchain. Por primera vez en la historia, una creación digital puede ser comercializada con una moneda descentralizada, fuera de los gobiernos o las instituciones financieras” advierte.
Acerca de la inversión en Decentraland, Arrechedera explica que los metaversos son la manera en la que la gente va a poder experimentar los NFTs “físicamente”. “En Decentraland, las obras de arte, los videos o la música que compras con criptomonedas pueden ser exhibidas y disfrutadas por el resto de la gente”. Adicionalmente, señala que más allá de eso, “queríamos ser parte de Decentraland porque es un mundo en el que la gente se está juntando cada vez más”.
Los artistas asociados en este proyecto son tres: Doctor Morbito y Osmani de México y Melissa Flynn de USA. “Estamos en conversaciones para hacer el lanzamiento de la primera exposición con Comedy Monsters Club, que es el primer club de comedia con membresía NFT para Latinoamérica que le da beneficios a sus socios en el mundo real y estamos preparando el lanzamiento de una película que será totalmente financiada con criptomonedas. Esto es solo el inicio de lo que para mi viene a cambiar la industria de los creadores y de cómo se va a comercializar el contenido en el futuro”.
Sebastián Arrechedera de Rainbow Lobster: La comodidad es el enemigo
