Al finalizar 2016, se estima que más de 250 millones de latinoamericanos usen redes sociales, cifra que, según eMarketer, representa un crecimiento del 9,4% respecto al año anterior y pone a la región como una de las más activas en este tipo de plataformas.
En este contexto, el influencer marketing toma una gran relevancia. Sin embargo, el “cómo hacerlo” sigue siendo una aventura que muchos gerentes de marketing prefieren no emprender.
Para Sebastián Jasminoy, CEO de Fluvip, empresa líder en la materia con presencia en América Latina y el mercado multicultural de EE UU, lo principal es entender la importancia de profesionalizar, automatizar y optimizar campañas de marketing de influencia.
“Nacimos en 2011 porque los anunciantes no sabían cómo identificar a un influenciador ni por qué pagarle. Lo que les ofrecemos es justamente las herramientas para tomar el control sobre sus campañas, a través de una plataforma tecnológica robusta, que es nuestro principal diferencial” explicó el ejecutivo.
Enfatizó, además, en que es precisamente la tecnología la que hace que el marketing de influencia sea una industria. “Si no, seríamos simplemente PR Digital” afirma.
“Otro de los aspectos que propicia el crecimiento de la industria es que el marketing de influencia es, por su naturaleza, inmune al ad-blocking, un concepto que viene tomando fuerza, motivado por el exceso de publicidad y las malas prácticas de algunos anunciantes” resalta Jasminoy.