Según el último informe del Barómetro de la Confianza de Edelman, la mayoría del público en general ya no confía en las empresas en relación con el cambio climático.
El 49% de los encuestados confía en que las empresas hagan “lo correcto” en relación con el cambio climático, según el informe, en el que se encuestó a unas 14.000 personas en 14 países, entre ellos Brasil, China, Alemania, India, EE UU y el Reino Unido.
Esta cifra supone un descenso del 5% con respecto al estudio de Edelman sobre el clima de 2022. Las organizaciones no gubernamentales (58%) son las que más instituciones tienen en relación con el cambio climático, seguidas del Gobierno (50%) y los medios de comunicación (44%).
Casi todos los grupos de personas encuestadas, incluidos los activistas y las autoridades medioambientales nacionales, experimentaron descensos significativos, siendo los científicos y expertos en los que más se confía (73%), pero los directores generales en los que menos (39%).
Sin embargo, la crisis climática es universalmente reconocida, según Edelman. Una abrumadora mayoría de los encuestados (93%) afirmó que el cambio climático supone una amenaza grave e inminente para el planeta, alimentada por sus conexiones personales.
El 71% afirma que el tiempo en su lugar de residencia ha sido más extremo en los últimos años; el 45% afirma que su salud o la de su familia ha empeorado debido al cambio climático; y el 72% afirma que le preocupa que el cambio climático les haga la vida difícil a ellos y a sus familias.
Más de tres cuartas partes de los encuestados están preocupados por el cambio climático, y la mayoría (55%) también se muestra pesimista sobre las soluciones.
La propia Edelman se ha visto sometida al escrutinio de los activistas climáticos. Entre los clientes de la agencia, con sede en Chicago, se encuentran desde ExxonMobil, Arabia Saudí y Shell hasta Emiratos Árabes Unidos, país anfitrión de la COP28, que ha recibido críticas por su producción de petróleo y gas.
En junio, durante el Festival de la Creatividad de Cannes, miembros del grupo activista Clean Creatives mostraron pancartas en las que señalaban al director ejecutivo, Richard Edelman, como parte de una campaña para que las agencias de relaciones públicas dejen de trabajar con empresas de combustibles fósiles. En 2021, decenas de celebridades y personas influyentes firmaron una petición para que la empresa dejara de trabajar con clientes de combustibles fósiles. En respuesta, Edelman llevó a cabo una revisión de sus clientes y publicó unos principios para determinar con qué empresas trabaja.
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