Claudia Triana ha sido la directora de Proimágenes por más de 25 años. Desde su posición, es una de las principales defensoras de los incentivos a la producción audiovisual en Colombia y se ha consolidado como una de las mujeres más importantes de la industria de ese país. Tuvo un papel preponderante en la creación de la Ley 814 de 2003 que ayudó a estimular la realización de películas y contribuyó a su viabilidad.
Su labor ha servido para impulsar otros decretos que han permitido consolidar este sector e integrarlo a los mercados internacionales, como la Ley 1556 de 2012 que permite el reintegro del 40% de los gastos en servicios audiovisuales y 20% de los gastos de servicios logísticos en el país. Estos logros han convertido a Triana en un referente para aquellas mujeres que se dedican al audiovisual.
En ese sentido, la directiva aseguró que la industria audiovisual también tiene “mucho que ver” con la forma en que se valora y se retrata la mujer en la sociedad, por lo que esta es clave para fortalecer el papel femenino en el mundo. “Se necesita trabajar en políticas y prácticas que promuevan la igualdad de oportunidades y los entornos inclusivos, pero también es muy importante lograr un cambio cultural que valore a las mujeres en todos los puestos de liderazgo sin prejuicios ni estereotipos, así como espacios para que sus voces sean escuchadas y respetadas, y en los que puedan demostrar además todo su potencial” comentó.
Asimismo, opinó que la industria también tiene un rol capital en la representación de la mujer porque lo que se ve en las pantallas, en las historias que se cuentan, influye en las formas en las que se las percibe a ellas y puede tener impacto en su autoestima como audiencia.
UN PANORAMA CON DESAFÍOS Y OPORTUNIDADES
Sobre cómo se puede revertir la desigualdad de género en este campo, aseveró que es importante que todos los actores de la cadena de valor y del ecosistema audiovisual, tanto nacional como internacionalmente, se comprometan a promover la inclusión y la igualdad de oportunidades. En su visión, eso debe verse reflejado en la contratación, en la capacitación, en entornos de trabajo seguros, en remuneración, en la toma de decisiones y en la eliminación de prejuicios o sesgos de género. “Que esto también sea una parte integral de su apuesta de sostenibilidad y de responsabilidad social” recalcó.
Por otro lado, aseveró que es necesario que se confíe y se apueste también por las mujeres como se confía en los hombres para la realización de proyectos audiovisuales de todas las envergaduras: “Que tengan el mismo respaldo, la misma remuneración y financiación para poder contar sus historias” dijo.
Afirmó que la mirada femenina aporta sensibilidad, renovación, diversidad de perspectivas y experiencias al audiovisual con sus puntos de vista. Del mismo modo, resaltó la capacidad de gestión y administración de sus compañeras, ya que no solo enriquecen las prácticas de este ámbito desde lo artístico o lo técnico, sino que suman una capacidad muy importante como empresarias del sector, como distribuidoras, exhibidoras, agentes de ventas y en otros roles claves de la cadena audiovisual.
Consideró que la participación cada vez mayor de las mujeres en todas las facetas del audiovisual ayuda a heredarle avances importantes en la equidad de género a la próxima generación: “En los últimos 21 años en Colombia se ha aumentado significativamente el número de mujeres que ejercen los roles de productoras y directoras, y la tendencia es creciente. Este es un panorama mucho mejor que el que teníamos antes”.
Concluyó diciendo que el avance en la competitividad de las mujeres ha sido significativo, debido a que ya hay mujeres en posiciones de liderazgo que son ejemplo e inspiración para quienes quieran hacer parte de esta industria.