Federico García Rico cuenta historias con una sensibilidad particular y un ojo único para la belleza, priorizando una terminación orgánica y cinematográfica en sus piezas. Su trabajo como director en Argentina le abrió las puertas en D’Avant-Garde Media USA. Ha trabajado para importantes marcas como Burger King, Peugeot, Volkswagen, Stella Artois, Facebook, Netflix, Gatorade, entre otras. El terreno en donde se siente más cómodo es el que exige compromiso en las decisiones narrativas. “Me gustan los guiones que proponen storytelling, emoción, conexión con el espectador, y sobre todo construcción de atmósferas”.
1. Luego de trabajar como editor en agencias de cine y publicidad y casas de producción y postproducción: ¿Por qué decides dar el salto a la dirección?
Como editor trabajaba muy cerca de los directores y me metía de lleno en cada proyecto. De alguna forma colaboraba autoralmente para potenciar el material. Ese compromiso con el trabajo de otros directores, me ayudó a entender que yo también tenía el pulso, el ojo y las ganas de dirigir. Cuando vi el trabajo que hacía D’Avant-Garde, el roster con directores que admiro y el perfil humano de la productora, no lo dudé ni un segundo.
2. ¿Cómo definirías tu estilo como director?
Me gusta encuadrar y todo lo que eso conlleva. En ese diálogo entre los personajes, la cámara, la luz y el arte de la escena está el core de nuestro trabajo. Pienso el plano como algo vivo y trato de llevar esta idea de lo vivo a cada situación. Por eso como director intento alejarme de los lugares plásticos, explícitos y literales. Mi propuesta es intentar lograr, siempre, imágenes frescas que exijan cierto engagement del espectador, algo no revelado, algo que descubrir. Y en ese lugar, que se encuentren con una propuesta honesta.
3. La forma de consumir contenido ha cambiado. ¿Cómo ha influido la nueva forma de consumir contenido en las marcas y cuáles son las nuevas exigencias como director que te ha tocado enfrentar?
Estamos bajo demanda de una cantidad masiva de contenido, donde no solo la cantidad es primordial si no también su duración. Sin embargo, el espectador quiere omitir el anuncio en la plataforma que use, para luego ´maratonear´ una serie de corrido. Yo encuentro el desafío ahí, cómo hacemos para volver a enamorar a ese espectador a través de la conexión con lo que se esta viendo. No lo vamos a lograr mostrando al producto los 60 segundos de comercial, la respuesta está en buscar el humor, la sensibilidad, la ternura, todo aquello que nos recuerde que somos seres humanos. Si damos en el clavo en este sentido, tenemos publicidad para rato.
4. ¿Cuáles son las expectativas de Federico para este año?
Me gustaría poder pisar más fuerte en el mercado de USA, afianzar vínculos con agencias y clientes a quienes les interese mi mirada, para seguir creciendo como director. Mi objetivo es comprometerme plenamente en el proceso de cada proyecto, devolver en mi propuesta valor agregado y hacer piezas únicas, que se destaquen y hablen por sí mismas.
5. Como director de tu ópera prima: ¿Cuáles son los desafíos que plantea el desarrollo de tu primer largometraje?
Aún estoy en la etapa de desarrollo. Para mi hacer esto tiene que ver con crecer como profesional, como persona. Es una prueba de voluntad y de sostener algo a lo largo del tiempo. Un buen ejercicio para estos tiempos donde lo duradero y lo prolongado está infravalorado. Creo que el desafío máximo es poder hacer una película que cumpla con las expectativas propias y ajenas.