Leo Damario empezó muy temprano su relación con el cine. Recuerda que desde muy pequeño disfrutaba escribir historias. A los 16 años creó su primer sitcom animado, mientras trabajaba en un taller mecánico. La serie fue tan exitosa que la transmitieron en MTV y ganó varios reconocimientos. Desde entonces ha obtenido gran éxito con sus creaciones en cine y publicidad. Su carrera se ha desarrollado durante los últimos 12 años.
Damario es animador, músico autodidacta y sobre todo un reconocido storyteller. A los 18 años empezó a dar clases de cine para pagar su renta y uno de sus alumnos un día lo invitó a dirigir un comercial junto a Ariel Winograd. “Teníamos un equipo de 60 personas y filmábamos en 35 mm” contó. “Nunca había tocado una cámara en serio y aun no sabía ni mirar por la misma. Mi primer día filmé prácticamente a ciegas. Para el segundo me hice amigo del foquista y de la agencia. Aprendi a trabajar desde la cámara y respetar las tomas. Me obsesioné con los lentes”. Posteriormente hizo un documental para Babasónicos y luego no dejó de filmar.
El cine es su mayor espacio de desarrollo y profundización, ya que es donde ha forjado el grueso de su obra. En una colección de seis largometrajes expone su gusto por la belleza femenina, los colores, la música y su cosmovisión política. La publicidad también es un espacio muy grato para él. “Tener la posibilidad de trabajar codo a codo con la creatividad se agradece y creo que aporta mucho a la pieza” añadió.
Hoy su búsqueda se centra en “concretar un cine amable que sea amado. Que se ancle en la fantasía y en el imaginario del espectador. Dejar de exponer y empezar a poner la creatividad en la narración y no en las formas. Acompañar más al espectador, sin amabilidad no hay amor” expresó. Al principio le interesaba más sumergirse en un mundo caótico, con los márgenes de la moral desfasados. Otro de sus deseos es profundizar y elevar el mundo del universo femenino.
El realizador considera que las formas de comunicación han cambiado mucho y ahora el rol del director se ha trasmutado a acompañar más la creatividad y menos la estética. “Creo que hoy en día el buen camino a seguir es el más arriesgado y ese es volverse un director performático”.
Entre sus proyectos más recientes se encuentra una campaña para la cerveza Miller junto a Ogilvy y otra para MD llamada Mujeres antes que princesas, por Fede Wilhelm y Patty Del Cerro de Ogilvy. “Esta fue una saga de comerciales que amé filmar. Por el lugar, las actrices, el resultado tan personal. Me inspiró mucho en mi trabajo y lo que vendrá”.
Actualmente está trabajando con Marcos De Marchi, de Ogilvy, en su nuevo largometraje. “Junto a Verónica Pérez, como guionista, desarrollamos una historia a la que le tengo mucha confianza. Será mi séptima película. Mi primera historia de amor de fantasía y para todo público, con una proyección más internacional”.
Productora:
Letca Films, EE UU
Contacto: Melina Acevedo
T +1-305-860-3833
Ver video