Al momento de optar por certificaciones de sostenibilidad, lo recomendable es apostar por aquellas que exigen las grandes empresas del entretenimiento, como Netflix, Disney, Amazon. El consejo es de Carmelo Santillán, fundador y CEO de CSR Consulting, empresa especializada en asesoría en sostenibilidad. “Hay que certificarse en las grandes ligas. Para qué jugar en una liga menor, cuando realmente quieres un valor diferenciador y un sello que valoren las grandes empresas, con el fin de abrirte mercado” indicó.
Entre las más relevantes se encuentran las guías de The Sustainable Production Alliance, una alianza de la que son parte Amazon Studios, Amblin Partners, Disney, Fox Corporation, NBCUniversal, Netflix, Participant Media, Sony Pictures Entertainment, ViacomCBS y WarnerMedia, y que hace diez años crearon The Green Production Guide, que contempla herramientas y recursos para ayudar a implementar planes de producción sostenibles y reducir el impacto ambiental general de la industria. Otras relevantes son las certificaciones de Green Film y el Ema Green Seal. Agrega que hay muchas otras, pero hay que escoger aquellas que son parte de los requerimientos de los clientes potenciales.
Otra opción, cuando se requiere que un producto o película sea carbono neutral, es la compra de créditos de carbono que permita compensar las emisiones generadas. “Para ello, hay que calcular, verificar para luego comprar la compensación. Se usa mucho en el caso de eventos masivos. Nosotros en México somos uno de los tres aprobados para certificar y realizar este tipo de acciones” comentó Santillán.
Agregó que incluso, aunque la empresa no sea aún proveedor de una gran empresa, lo correcto es transitar hacia ese objetivo. “Aunque no seas proveedor, pero lo quieres ser en el futuro, lo mejor es trabajar por obtener la certificación, porque es una ventaja competitiva, un valor diferenciador con respecto a la competencia, que vas a obtener” dijo.
ESCOGER FILMAR EN UN PAÍS CON BAJAS EMISIONES
Agregó Santillán que hay muchas razones para certificarse. En el caso de las empresas que son proveedoras de grandes multinacionales y que ya tienen muy definidas sus estrategias de sostenibilidad, cualquiera que quiera ser parte está obligado a buscar su certificación. Sin embargo, es una bola de nieve que cada vez va a crecer más, y que va más allá de las grandes plataformas: así como en Europa muchos de los incentivos audiovisuales están conectados a condiciones de sostenibilidad en el set, esta tendencia también tendrá lugar en Latinoamérica. Y no está lejos el momento en el que sea el mismo consumidor quien escoja qué producción va a ver, no solo por la historia o la calidad de producción, sino por cuidado al ambiente que se puso al producir.
Carmelo Santillán comenta que la medición de la huella de carbono varía según cada país, por lo que hay países en los que es más o menos costoso ser sostenibles al filmar. “En unos años, podría ser un factor a la hora de decidir dónde filmar: reducir la huella de carbono en Costa Rica puede resultar 20 o 30% más bajo en costo que producir en México, porque allí el 99% de la energía es renovable y no genera emisiones. Brasil tiene mucho energía hidroeléctrica o etanol, y todo esto reduce mucho la huella de carbono. Por lo que si consumo energía eléctrica de Brasil, esta va a ser tres o cuatro veces más baja que en México, porque la energía eléctrica que se genera en México proviene del carbón, del gas natural, o del diesel, aunque también tiene eólica o solar. Dependiendo de la composición, será el costo de la emisión, y si se genera una huella de carbono más o menos baja” dijo.
Hoy no se considera este factor al escoger una locación, pero según Santillán, llegará el momento en el que sea un elemento a tomar en cuenta. “Pienso que en un futuro puede ser un factor de decisión de dónde grabar un proyecto. Quiero que mi película sea carbono neutral, por lo que lo voy a hacer en un país donde realmente sea más barato ser carbono neutral” dijo.
USO DE PROGRAMAS PARA REDUCIR LA HUELLA DE CARBONO
Carmelo Santillán confiesa que siempre ha pensando que las estrategias de sostenibilidad o de reducción de huella de carbono son únicas y muy personalizadas, “son como un traje a la medida”, por lo que utilizar programas de computación para calcular o formalizar un plan para hacer sostenible una producción, no es lo mejor.
Sin embargo, si se trata de un programa accesible o de bajo costo, puede resultar. “A veces la licencia por el programa es alta, y no tiene sentido sustituirlo por el acompañamiento de un consultor” dijo.
Sin embargo, explica, si una plataforma para facilitar a sus proveedores el tema de huella de carbono les comparte la licencia de un programa o consigue un precio preferencial por volumen, esta puede ser una solución, pues permite estandarizar la información y que todos los proveedores reporten de la misma forma.