AT&T
prometió el 20 de mayo de 2015 la operación de una red LTE para
el último mes del 2018 o para enero de 2019, como plazo máximo que le
tomaría a la empresa el proceso de reconfigurar tecnologías,
unificar el espectro e invertir en nuevos despliegues de red para la
entidad resultante de la combinación Iusacell-Nextel en AT&T,
porque desde aquella fecha estableció que Unefon se quedaría como
marca de prepago, aunque con la tecnología de AT&T y lo logró
con seis meses de anticipación.
“Estamos
empezando. Somos pequeños en porcentaje, pero vamos a crecer en
prepago y pospago. Para ser líderes, tenemos que crecer… Tenemos
tres marcas, pero queremos una sola red y vamos a traer la misma
fuerza de Internet en México. Una red que va a cubrir a cien
millones. Nos llevará tiempo cristalizar nuestra red, tres años,
pero estamos emocionados por empezar con fuerza y estar aquí”
señaló Thaddeus Arroyo, quien fuera el director general de la
empresa en México.
La
red 4G LTE de AT&T, que tiene una cobertura potencial para 100
millones de mexicanos, está lista; lo cual requirió una inversión
de US$3.000 millones a tres años en México.
En
tres años de construcción de su red LTE y a casi de cumplir cuatro
en México tras el anuncio de la adquisición de Iusacell, en
noviembre de 2014, AT&T ha sido factor de competencia para
beneficio directo del consumidor por haber lanzado productos a los
que Telcel y Movistar han debido responder de inmediato.