En el marco del Festival Internacional de Cine de Guadalajara en su edición 39 se presentó el documental Tratado de invisibilidad, filmado con la cámara Sony FX3, la cual permitió darle un trato muy específico a la producción que quería retratar el trabajo de las limpiadoras de las calles de la Ciudad de México.
“Tratado de invisibilidad es una película dirigida por Luciana Kaplan, una amiga con la que también había colaborado en otros proyectos. Me invita al proyecto, me hace llegar un texto inicial de las historias; me explica sobre qué quería desarrollar y cómo quería filmar. Como me encantan las películas con puntos de vista sociales y políticos, me entusiasma el proyecto, ya que hablaba de los derechos de las mujeres que se dedican a limpiar las calles de la Ciudad de México, mujeres invisibilizadas. Es un tema que no ha sido hablado de manera abierta, esta gente que trabaja por medio de outsourcing, y que no tienen buenos tratos y prestaciones” comentó Gabriel Sierra, director de fotografía.
Agregó que: “El documental tuve un tratado muy específico. Desde el lado fotográfico, con el blanco y negro que ella me puso como primer referente, buscamos retratar ciertas cosas, y en el encontré que había muchas posibilidades. Luego de eso fuimos construyendo cuáles eran las grandes dimensiones para hacer esta película, desde un par de confesionarios para hacer entrevistas; uno más oscuro con un tipo de luz suave sobre los rostros, que se volvieron retrato de la persona. El otro confesionario es como una especie de casting, también con una luz suave, cuidada, pero que pudiera retratar a las personas que estaban tratando de interpretar a la persona que no podía salir en cámara, pero que deseaba compartir su historia”.
Sobre las cámaras y óptica; así como el desarrollo de la producción, el cineasta dijo: “En el segundo tratamiento, buscamos retratar a las personas en sus espacios de trabajo; entonces el lenguaje iba a ser más dinámico, con cámara en mano, focos precisos e imprecisos a veces. El juego de fuera de foco, que también se mezcló con retrato en la ciudad a una altura distinta de donde veíamos que era la altura del piso, porque ellas trabajan limpiando el piso. El último concepto tenía que ver con la vida de ellas y su intimidad en el hogar”.
“En cuestión de equipo, utilizamos la cámara Sony FX3, con lente full frame, ya que es pequeña y nos permitía realizar las tomas que teníamos en mente. La corrección de color fue muy cuidada. Estuvimos un año entero filmando, pero por momentos pequeños y espaciosos, no habremos tenido más de seis semanas de grabación”.
Sobre el papel que juega la tecnología en la dirección de fotografía, y su integración a series y telenovelas, el creativo expresó: “Ahora las cámaras ya vienen con un mayor rango, las ópticas también te permiten ya no batallar tanto. La tecnología nos está permitiendo en el área documental, cargar con menos equipo y no tener tantas dificultades para hacer tomas específicas con una mejor definición. Para series la dinámica es distinta, ya que la gran diferencia entre una película y una serie, es que esta última la ven inmediatamente muchas personas; además de que no es la misma libertad y el mismo equipo que se utiliza. Lo que sí puedo resaltar es que se abrió una nueva oportunidad de trabajo para nosotros los fotógrafos, ya que antes te limitabas a ciertos trabajos de cine o comerciales” concluyó.