Los
fraudes cibernéticos son un fenómeno que se ha multiplicado más de
10 veces en nuestro país y que tienen la característica de
realizarse sin la tarjeta física, como es el caso del comercio
electrónico, el comercio por teléfono, las operaciones por
Internet, la banca móvil y los pagos por celular.
Esta
forma de estafa pasó de 356 mil casos en 2012 a poco más de 4
millones 82 mil en 2017, según cifras de la Comisión Nacional para
la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros
(Condusef).
“Muchas
veces las personas que realizan este tipo de fraudes se aprovechan
del desconocimiento o poco cuidado que las personas tienen al
utilizar los servicios financieros en línea, convirtiéndose en un
blanco fácil para los estafadores” señala el organismo.
Según
cifras de la Secretaría de Hacienda y de la propia Condusef, a 2017
(último dato disponible) los principales medios en donde se originó
el fraude cibernético en el país fueron el comercio electrónico (3
millones 258 mil casos) y el comercio por teléfono (727 mil).
Según
la Condusef, pese a los avances en materia de seguridad, las
modalidades más recurrentes de esta forma de fraude cibernético,
son la sustracción de datos personales, contraseñas, nombres de
usuario o números de tarjetas de crédito que pueden prestarse al
robo de identidad.