Recientemente
Anthony Wood y Matthew Anderson, CEO y director de Mercadotecnia
respectivamente de la compañía Roku, declararon en México que su
dispositivo de distribución y reproducción de contenidos
audiovisuales no comercializa señales que violen derechos de autor
en México, a ello el Instituto del Derecho de las Telecomunicaciones
(IDET) expresó su total extrañeza indicando que hay inexactitud en
dichas afirmaciones.
De
acuerdo con IDET, los ejecutivos señalaron que su plataforma había
sido optimizada para eliminar contenidos ilegales y expulsar a
quienes la emplean para propagar contenido robado.
Sin
embargo, el gran diferenciador en el mercado entre Roku y los
dispositivos seguros consiste en que los de Roku permiten el acceso a
todos los contenidos en streaming, ya sean legales o no, incluyendo
material que aún no ha salido al mercado a través de las
plataformas legales de distribución. Lo anterior incluso fue
reconocido por el propio director de Mercadotecnia de Roku desde
2017, cuando de manera expresa señaló que su dispositivo tiene una
debilidad, debido a su arquitectura abierta.
Ese
diferenciador o debilidad de arquitectura, le permitió a Roku tener
un crecimiento exponencial en México. De acuerdo con The Competitive
Intelligence Unit, Roku tiene 1,1 millones de usuarios en el país,
de los cuales el 40% lo utiliza para ver contenido de forma ilegal.
Suman
575 mil usuarios que acceden a contenidos ilegales. Por ello, resulta
cuestionable el compromiso con la legalidad por parte de Roku.
La
prohibición de la piratería es total y no admite matices. A pesar
de las buenas intenciones expresadas por los directivos de Roku ante
los medios, el problema que no se debe perder de vista es que aún
con las medidas implementadas por la empresa, sigue existiendo una
debilidad en su plataforma.