El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) llevará a cabo el concurso de la primera subasta de espectro 5G de México. En esta se encuentran 133 lotes de frecuencias de tamaño menor a un Megahert en cuanto ancho de banda, pero suficientes en capacidad para complementarse con otros espectros ya en posesión de los concesionarios o para microoperadores, lo cual les permitirá desarrollar una red celular de calidad 3G en mercados rurales.
Los 133 lotes de espectro de 0.8 Megahertz, los cuales pertenecieron a AT&T, ubicados en la banda de los 1800 y 1900 MHz o también llamadas bandas de PCS, tienen foco en dos sectores: el primero es para empresas que ya cuenten con frecuencias, lo cual les permitirá tener mayor eficiencia en su oferta. El segundo es dirigido a nuevos operadores de mercados rurales o reducidos en población, lo que les da posibilidad de acceder a estas frecuencias y empezar a comercializar un primer producto de Internet de velocidad menor.
Con esta decisión, el IFT conseguirá un aprovechamiento tecnológico mayor de las frecuencias, permitiendo que se genere un reordenamiento o reorganización del espectro; así como ampliar la conectividad a regiones desatendidas
En la IFT-12, la autoridad promoverá una política de concurso de lotes más pequeños de ancho de banda y en regiones celulares de distinto tamaño, entre locales, regionales y nacionales, y estos 133 lotes de espectro en la banda de PCS irán a concurso mediante el mecanismo de Área Parcial de Servicio, para que los microoperadores puedan también tener oportunidad de lograr su asignación. Esto tomando en cuenta que en México existen 823 municipios donde solo existe un único proveedor de Internet.
La Licitación IFT-12 contiene 6.158 lotes de frecuencias de alcance nacional y local, y de naturaleza técnica necesaria para desahogar el tráfico de los servicios de 4G; también para crear otros productos de 5G para empresas, gobierno o público masivo; así como crear la primera cobertura 4G-LTE en regiones geográficamente inaccesibles o de escasa rentabilidad económica para las empresas del sector, donde viven cinco millones de mexicanos sin conexión a Internet.