El
aprendizaje automático (AA) y la inteligencia artificial (IA)
dejarán sin tocar algunas esquinas de cualquier industria, pero en
los medios las actividades altamente programáticas que rodean el
registro, procesamiento y transmisión de información hacen que el
dispositivo de la ciencia cognitiva sea particularmente adecuado.
A
medida que se introducen estas tecnologías, las creatividades
tendrán la libertad de dedicar más tiempo a ser creativas, hasta
que eventualmente la creación autónoma del contenido sea
indistinguible de la realidad; en el caso de las redacciones es
probable que acepten la IA.
Ninguna
parte de la industria ha adoptado IA más que la sala de redacción.
Un informe reciente de Reuters reveló que casi tres cuartas partes
de los editores de noticias encuestados ya usaban algún tipo de IA.
Los
algoritmos se utilizan para optimizar el marketing, automatizar la
verificación de los hechos y acelerar el etiquetado y los metadatos.
Las
organizaciones de noticias saben que tienen que hacer más con menos;
tienen que encontrar la manera de hacer que los periodistas sean más
productivos sin provocar el agotamiento. La automatización
inteligente es una forma de cuadrar este círculo.
Como
un ejemplo, la Press Association (PA) en el Reino Unido ha estado
trabajando con Urbs Media para entregar cientos de historias
semiautomatizadas para clientes de periódicos locales. Un periodista
encontraría una historia usando uno o más conjuntos de datos
disponibles públicamente, luego escribiría una historia genérica
que es versionada automáticamente por una computadora para crear
versiones personalizadas para innumerables publicaciones locales.