Durante la
última década, el valor económico de Latinoamérica no ha estado exento de la
tendencia mundial y se ha desplazado
hacia las empresas de Internet. Como muestra la encuesta de consumidores de
GSMA Intelligence de 2021, los consumidores están dispuestos a pagar más por su
suscripción móvil 5G en comparación con lo que pagan por su suscripción 4G
actual. Pero ¿este aumento justifica las inversiones adicionales requeridas?
Posiblemente no por sí solo, aunque, por supuesto, una parte importante del
caso de inversión en 5G es la mayor rentabilidad que ofrecerán las redes cuando
manejen volúmenes de datos crecientes en comparación con 4G.
Non-standalone
(NSA) 5G significa que cada dólar 4G de hoy puede ser un dólar 5G en el futuro
cercano. Las inversiones en 4G siguen siendo muy importantes en la región en la
actualidad, y la cobertura y la adopción de la red aún experimentan un
crecimiento importante en muchos mercados.
Una red LTE
sólida es, por supuesto, importante para las implementaciones iniciales de 5G
de la NSA y eso fue afirmado por muchos de los participantes en la mesa
redonda.
Por
supuesto, la modernización de la red en las áreas de MIMO masivo, sitios,
antenas, eficiencia energética, estrategia central y de nube es necesaria para
las redes 5G. Sin embargo, fortalecer la capa LTE existente es esencial tanto
para 4G como para la futura experiencia 5G y una prioridad principal para la
mayoría de los operadores.
El espectro es asequible y contiguo como el motor de 5G. La tecnología requerirá espectro
adicional en las bandas baja, media y alta. Sin embargo, si el espectro
adicional está vinculado a costos adicionales, esto hará que el caso de
inversión para los operadores sea aún más desafiante, lo que podría forzar un
retraso o una reducción de las decisiones de inversión.
Desafortunadamente,
la evolución de los costos del espectro en la región en la última década es
motivo de preocupación, creciendo mucho más rápido que los ingresos. Como
muestra un estudio reciente de GSMA Intelligence “El costo total del espectro
como porcentaje de los ingresos recurrentes (CPRR) alcanzó un máximo histórico
del 4,5% en los últimos años, con un valor cercano al 15% en algunos mercados”.
Por lo
tanto, el éxito de las estrategias de espectro 5G en América Latina estará
determinado por la disponibilidad y asequibilidad del espectro de banda media
en grandes bloques contiguos. La banda de 3,5 GHz es una prioridad para los
despliegues iniciales, mientras que la de 6 GHz puede ser una buena opción a
medio plazo para proporcionar capacidad de banda media adicional.