OTT
en América Latina está en aumento, aunque los desafíos de la baja
penetración de banda ancha y las velocidades de banda ancha
deficientes todavía obstaculizan el desarrollo. Los organismos de
radiodifusión en América Latina están comenzando a abordar los
hábitos cambiantes de los consumidores.
Sin
embargo, en lugar de lanzar plataformas autónomas OTT, las compañías
de medios en América Latina se están asociando con operadores de TV
paga, ofreciendo a los suscriptores acceso gratuito a sus bibliotecas
de VOD y servicios de transmisión.
Por
lo tanto, un desafío para muchas compañías de medios en la región
es la monetización de los servicios de VOD. A medida que los
proveedores de servicios continúan invirtiendo en infraestructura y
las compañías de medios continúan produciendo contenido, es
probable que las alianzas y los acuerdos de contenido aumenten
globalmente, redefiniendo los modelos comerciales de la industria.
Netflix
se lanzó en la región en 2011, después de establecer acuerdos con
emisoras regionales como Grupo Televisa y TV Azteca. Netflix ha
podido crecer en la región principalmente debido a la falta de
competencia cuando se lanzó por primera vez y al ser una alternativa
atractiva para los clientes.
Recientemente,
el mercado OTT en América Latina se ha estado calentando con las
presiones competitivas que sienten los operadores. Las principales
emisoras como Televisa y Globo han reconocido la creciente amenaza de
las ofertas de OTT y han lanzado sus propias aplicaciones de
transmisión para dispositivos conectados o televisores conectados.