El
pasado 1 de diciembre entró en funciones el nuevo presidente de
México, Manuel López Obrador, quien además de anunciar una
política de drástica austeridad, reduciendo en 50% el presupuesto
de publicidad oficial a los medios de comunicación del país,
también ha manifestado la intención de unificar el aparato de
televisoras públicas.
En
lo que respecta a la inversión en publicidad oficial, según las
estimaciones de la organización civil Fundar, el total del gasto en
seis años del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto
(2012-2018) fue de alrededor de US$3 mil millones, 71% más de lo
autorizado.
Se
estima que la publicidad oficial del gobierno no solo durante las
campañas, sino en todo momento, estará “restringida”. Esto, con
el fin de estimular un sistema de medios que viva más de la
audiencia y de los anunciantes.
Según
el estudio “El costo de la democracia”, si se contara la
cantidad equivalente en tiempo aire en Radio y TV por la que ya no
pagarán los partidos, se podría calcular un financiamiento directo
de US$492 millones.
Con
lo que respecta a la posible unificación de las televisoras
públicas, Gildardo Gómez, perito en Telecomunicaciones y
especialista en TV pública, indicó que el poder ejecutivo solo
tiene poder de decisión en televisoras federales, tales como Canal
22, Canal Once, SPR, entre otras, y agregó que las televisoras
estatales no se verían afectadas.
“Quizá
el movimiento que podrían hacer tiene que ver con unificar a las
televisoras públicas federales en el SPR, pues el gobierno federal no
tiene ninguna injerencia”.