(Ezequiel Iacobone). En el marco de los 40 años de Lade Profesional, produ.com habló con Rafael Siciliano, presidente de la compañía, para realizar un balance de estas cuatro décadas en la industria.Lade Profesional comenzó operando como Lade Sociedad Colectiva en 1966 abasteciendo el mercado de la televisión en blanco y negro y a las precursoras de los actuales canales de cable. En esos años, la firma tenía un perfil orientado a la producción, primero de antenas y amplificadores, y más tarde de conectores BNC, tipo F y tipo N. En ese período se lograron exportaciones a países como Colombia, Perú, Ecuador, Uruguay y EE UU.Desde fines de 1979 Lade ingresó en el mercado de la teledifusión y video, con el advenimiento de la televisión color en Argentina, y fue expandiéndose y penetrando en los mercados uruguayo y paraguayo.Pero a mediados de los años 80, sucesivas crisis económicas, sumadas a una política estatal que propiciaba la construcción de un polémico polo industrial en la provincia de Tierra del Fuego (en el extremo sur del país), obligaron al directivo a vender su planta, despedir a 55 empleados y cerrar “una fuente de investigación y desarrollo”, como la define.”A las PyMEs nos quitaron las esperanza. En Argentina se fabricaban circuitos integrados (Tevycon Fapeco), circuitos impresos de siete capas (Laci), transformadores de reactancia variables (Epsilon) y máquinas de calcular (Fate). Todo eso ya no existe”, se lamenta.En esos años comenzó una segunda etapa en la historia de la compañía con la representación de compañías e importación de equipos. “Impuse Grass Valley en la Argentina. Fuimos representantes hasta que la compró Thomson”.Lade es uno de los líderes en lo referente a la venta de conmutadores de producción y postproducción, ruteadores, DVEs, conmutadores maestros, generadores de caracteres, editores lineales, servidores de video y camcorders de formato DVCPRO; además de ocupar posiciones de relevancia en áreas como trípodes y pedestales para cámara, equipos de intercomunicación, patch panels, cables y conectores, e instrumentos de medición y monitoreo.Ya en los años 90, con el advenimiento del gobierno de Carlos Menem y la convertibilidad que equiparaba el dólar con el peso argentino, toda la industria experimentó fuertes ingresos. Sin embargo, Siciliano no se muestra favorable con este período: “Hubiera sido mejor una política industrial”.Con la crisis del 2001, el mercado sufrió un prolongado estancamiento del que recién ahora comienza a salir. Lade no fue la excepción: “Salimos con esfuerzo, todavía no llegamos a las ventas máximas de esos años, pero sí estamos en ese niveles”.En esta nueva realidad, donde para mantener los niveles de ganancias las ventas deben ser superiores a las de aquellos años, Siciliano apuesta por mantener el valor agregado que distingue a Lade: cursos de capacitación, pruebas, homologaciones y soluciones integradas, no sólo para el mercado de la teledifusión, sino también para el de las telecomunicaciones, convergencia, fibra óptica, Internet, etc.”Tenemos buenos competidores, pero estamos entre los mejores”, concluye.