Después de ser
cancelado en 2020 y ser transmitido sin público y a la mitad de su capacidad
técnica en 2021, regresó el torneo de Wimbledon que en su edición 2022
concretaron lo tecnológicamente aprendido por primera vez, haber transmitido todos
los partidos de las 18 canchas de todas las competencias: individuales y dobles
masculinos y femeninos y dobles mixtos, dando oportunidad a los retransmisores —que
llegaron a más de 200 territorios— de acceder y crear sus propios feads de
video.
En términos
de flujo de trabajo, cada cancha se equipó con su propia producción, con 18 OB
de diferentes tamaños con su propio EVS de repetición operando simultáneamente
al máximo, indicó en entrevista Paul Davies, director de derechos de
Transmisión, Producción y Medios de AELTC, que produce la transmisión principal
del torneo.
Indicó que para
los titulares de derechos, las transmisiones en vivo de los partidos se
proporcionaron bajo la administración de IMG a través de las redes de
Eurovisión, Globecast, ESPN (para LatAm) y Telstra (para Asia). Todo lo demás,
como tomas de cámara, ENG, bucles de cámara, ISO y aspectos destacados, se proporcionó
por NEP Mediabank, una plataforma de administración de medios basada en la
nube.
Detalló que
en lugar de saturar el almacenamiento y el ancho de banda, enviaron todo
excepto los feeds de partidos a través de Mediabank, para que los titulares de
derechos pueden grabar cualquier feed de partidos que deseen en sus propios
sistemas.
“Algunas
emisoras generaron su propio flujo de trabajo, donde accedieron de forma remota
al contenido que se envió. Tenían la opción y capacidad de usar su propia
transferencia de archivos para sacar el contenido fuera del sitio. Nuestra
opinión es que no queremos ser prescriptivos. Por lo tanto, hay una solución
completa en el sitio, una entrega de archivos en el sitio y una navegación
externa con entrega de archivos” dijo.
Davies resaltó
que el objetivo primordial es garantizar que las emisoras con derechos tengan
todos los activos que necesitan para producir la experiencia de Wimbledon que
los espectadores esperan. Este detalle se extiende a permitir que un locutor tome
una cámara y la dirija por sí mismo, por ejemplo, acercando una cámara de
alambre desde el otro lado de las canchas de práctica a su estudio o ubicación.