Si a usted le gusta llegar a los Óscar con tantas películas como pueda ya vistas, entonces aproveche que esta y casi todas las demás están en el On Demand de todos los servicios de televisión.
Pero si lo que está esperando es una gran película, salte al próximo peldaño.
A star is born tiene la gracia de los remakes, es la remodelación de una historia concebida en otro tiempo, fragmentada, que se atrevió a ilustrar un tabú para la época sin demasiadas profundidades, pero que a finales de la segunda década del siglo luce difícil de conectar, con poca profundidad psicológica y melodramática.
Lady Gaga es una diosa y la actuación y dirección de Bradley Cooper son dos grandes logros. Hay momentos, escenas, secuencias realmente poéticos y mágicos en la película, pero la obra como un todo es espasmódica, inorgánica e injustificada.
¿Le produce curiosidad? Véala, pero que no se diga que no fue advertido.
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