En el marco de Ventana Sur, Belén Piñeiro, abogada del área de Business
& Legal Affairs LatAm de Netflix, dio una charla titulada Netflix:
claves para una negociación exitosa: acuerdos de producción para una industria
dinámica.
Allí, Piñeiro comentó que la producción local significó un antes y un
después para la plataforma de streaming. El primer producto de este tipo en
América Latina fue Club de cuervos, serie realizada en México en 2015 y, a
partir de ese momento, llegaron muchas otras. Los primeros proyectos en la región
fueron revelando la importancia de la cercanía con los socios locales y así
fueron surgiendo las oficinas basadas en distintos territorios.
Actualmente,
en América Latina, Netflix tiene oficinas en Brasil, Colombia, Argentina y
México, donde además está basado el equipo de Business & Legal Affairs
LatAm, compuesto por profesionales de distintos países de la región y que se
ocupa de negociar los términos y condiciones de cada contrato. “Cada
negociación tiene sus propios términos, no hay una fórmula única, rara vez
tenemos dos acuerdos exactamente iguales” dijo Belén Piñeiro abogada del área
de Business & Legal Affairs LatAm de Netflix.
“La
regionalización no es algo menor, nos permite customizar nuestros estándares
globales a nivel local y entender las realidades económicas y las necesidades
de cada mercado. Estamos enfocados en que las industrias crezcan, la relación a
largo plazo es muy importante para nosotros porque no se trata de hacer un
proyecto sino de ir creciendo juntos y evolucionando la relación. No solo invertimos dinero sino tiempo en la relación para que
nuestros partners puedan crear el contenido de manera independiente y empoderados.
Queremos que nos vean como socios y no como cliente o financistas”.
Los términos de
cada acuerdo dependen de distintas variables, entre ellas la etapa en la que cada
proyecto llega a Netflix (desarrollos finalizados, avanzados o apenas iniciados),
la financiación (el productor puede tener parte del presupuesto financiado o
puede que Netflix asuma el 100%) o las ventanas por las que haya pasado un
producto terminado. Hay licencias exclusivas y no exclusivas, obras por encargo, coproducciones.
Piñeiro
aseguró que la compañía conserva el 100% de los derechos solo en los casos en
los que asume el 100% de la financiación y, por lo tanto, del riesgo. “Siempre
nos aseguramos de que el productor reciba la compensación” aseguró.
Cuando
el productor participa en la financiación y en el riesgo, los derechos que
Netflix conserva son acotados (en tiempo, territorios, ventanas). “Hay muchos
tipos de acuerdos. Una producción que lleva el sello de Netflix Original no
necesariamente significa que tengamos el 100% de los derechos. (…) Le ponemos
mucho a la relación con los productores, queremos que vuelvan y siempre
buscamos compensarlos de la mejor manera. Tener un título en Netflix también es
exposición internacional para las productoras y para los talentos”.
También
enfatizó que es muy importante que los abogados de las productoras participen
desde el inicio para que cuando llegue el momento del contrato conozcan el
contexto de la negociación.