
Elba Escobar interpreta a una madre angustiada por la represión contra la oposición venezolana
El nuevo cine venezolano ha encontrado en la historia reciente del país una cantera creativa. El joven director Alejandro Solanilla ha producido en tiempo récord un cortometraje que denuncia lo ocurrido tras las elecciones presidenciales de Venezuela del pasado 28 de julio, señaladas de fraude por la oposición que trata de impedir que Nicolás Maduro se juramente por seis años más luego de haber perdido con los votos.
En solo cuatro minutos, Solanilla mueve las fibras en La verdad. Una madre angustiada, interpretada por Elba Escobar, habla por teléfono con su hijo militar, cuyo papel hace Pedro Porras, que atiende la llamada desde su puesto de comando. Le cuenta la represión de la que están siendo víctimas sus propios vecinos que protestan contra los resultados anunciados por el Gobierno en las pasadas elecciones. Le pide reaccionar.
Sonanilla escribió el corto poniendo al personaje principal el nombre de Elba. “Lo pensé con ella directamente, es una actriz que la hemos visto como madre, los venezolanos la vemos con cariño y representa muy bien ese rol de madre, una muy humilde pero con los pies en la tierra y que entiende lo que está pasando, que el régimen quiere contar otra realidad”.
Los dos personajes que encarnan el dilema sobre el que gravita actualmente sobre la crisis venezolana, en la que un régimen autoritario se sostiene por la fuerza con apoyo de los altos mandos militares. “Ya no se trata de ideales, ni de izquierda ni derecha. Se trata de la verdad”, es la última frase que dice la madre antes de que la llamada con su hijo se corte.
“El objetivo de este corto es llegarle a los militares y hablarle directamente a ellos. Desde lo que sufren las familias de ellos” comenta el realizador. “Mostrar que quieras o no te puede pasar lo que le está pasando a todo el mundo, que se los lleven detenidos”.

Solanilla se fue de Venezuela en 2014, luego de resultar herido durante las protestas contra el Gobierno. Actualmente está radicado en Miami, donde produce documentales, comerciales y videoclips.
“Antes, durante y después de las elecciones viví muchos días de ansiedad, rabia y locura, porque yo me fui de Venezuela de 2014 porque me dispararon en las manifestaciones” cuenta. “Todos tenemos la consciencia de actuar. La gente está asustada y tiene miedo. Para Elba Escobar hacer este trabajo significa no poder volver a Venezuela, pero ella prefiere ser la voz de los venezolanos y no hacerse la vista gorda”.
El activismo que está detrás de este proyecto explica su manera de difusión. La intención es que el corto se vea lo más posible por lo que ha tenido una distribución por redes sociales, contando con personalidades del medio como el escritor Leonardo Padrón que lo han compartido y canales de YouTube de influencers de política venezolanos. En pocos días acumula más de 500 mil vistas desde distintas ventanas. “Hice este corto por Venezuela, no por ganarme premios ni ir a festivales. Su propósito es ahora”.
Con su productora Aspect Films, Solanilla está centrado en desarrollar su carrera dentro del activismo y el cine documental, con temáticas sociales y ambientales. Hace poco terminó el documental This is my pray, que reúne a 12 personas con distintos trastornos de salud mental que se expresan a través del arte y se preparan para exponer sus creaciones.