Fapae reclama Ley de Cine en España
Según la Federación de Asociaciones de Productores Españoles Audiovisuales (Fapae), Latinoamérica consume sólo el 4% de los productos audiovisuales españoles. Los contenidos españoles son adquiridos en su mayor parte por Europa y EE UU, mercados que, en su conjunto, suponen un 90% del valor total de las ventas internacionales. Europa es el principal comprador -el año pasado concentró el 68% del negocio-, seguido por EE UU, con el 22%. Por su parte, Asía consume el 3%.Según la entidad, en el 2004, los largometrajes representaron un 70% del total de las ventas en el exterior, frente al 30% restante que fue para los contenidos televisivos. En el 2000, estos dos tipos de producción tenían casi el mismo valor.La federación que aglutina a la mayoría de las productoras de cine, televisión y publicidad de este país, sostuvo que el año pasado, el valor de los ingresos por ventas internacionales de derechos cinematográficos sobrepasó los 65 millones de euros (unos US$79,5 millones), frente a los 28 millones de euros (cerca de US$34,2 millones) que hizo la televisión.El buen momento de la proyección exterior del cine doméstico se debe “al apoyo del Instituto Español de Comercio Exterior (Icex) al sector a través de su plan de internacionalización y a la creación de empresas especializadas en la exportación”, argumenta el informe, que hace hincapié en que las ventas internacionales de derechos cinematográficos están “fuertemente concentradas” en un número muy reducido de empresas. En el 2002 eran cinco compañías las que suponían el 80% de la exportación, mientras que el año pasado fueron sólo tres.En cuanto al número de ventas o contratos realizados, Europa también ocupa el primer lugar porque el número de contratos en esta zona es más de cinco veces superior al número de los realizados en EE UU. No obstante, la diferencia en valor de ventas entre Europa y EE UU “no es tan grande porque los precios que se pagan en el mercado estadounidense son sensiblemente superiores a los europeos”, apunta el estudio, que indica que el contrato medio en Europa es aproximadamente un 40% inferior al contrato medio en EE UU. Además, hay que tener en cuenta que la diferencia en precios entre EE UU y Latinoamérica es mucho mayor aún.
