(Nubia Gamboa, Cartagena de Indias). A pesar de las circunstancias económicas que vive Latinoamérica, Andina Link 2003 logró concentrar una vez más a una buena cantidad de cableoperadores no sólo de Colombia, Centroamérica y Venezuela, sino de naciones como Ecuador y Perú. En líneas generales, los programadores catalogaron de exitoso el evento, aunque señalaron que este año como consecuencia de la devaluación de algunos países, y especialmente por el fuerte control cambiario que atraviesa Venezuela, se cerraron menos nuevos negocios que en ediciones anteriores y lo que predominó fue la renegociación de contratos ya existentes. A diferencia de la versión del año anterior, marcada por el debate y la polémica, la única mesa de trabajo realizada durante el evento transcurrió en relativa calma. Con un auditorio reducido, integrado en su mayoría por medianos y pequeños cableoperadores, los directivos de las asociaciones de Centroamérica y la región andina discutieron problemas comunes a todos los países, como el alto costo de la postería existente en la mayoría de territorios, la gran cantidad de impuestos que los agobia, la presencia de entes reguladores que nada aportan al desarrollo de sus industrias y la falta de políticas concretas de los gobiernos para ayudarlos a surgir, entre otros. Al final, el anuncio de la conformación oficial de una asociación latinoamericana para luchar por sus intereses y fortalecimiento, generó entusiasmo entre los operadores.La inasistencia de los grandes operadores colombianos a este foro fue una de las notas discordantes del evento. Algunos programadores, tras bambalinas, aseguraron que esta obedeció a que mientras las asociaciones buscaban implementar programas de cooperación latinoamericana, simultáneamente las empresas de cable nacionales sostenían reuniones privadas para asumir posiciones agresivas ante ellos, y discutían formulas de presión para renegociar sus contratos.Aunque este año el nivel de asistencia de las empresas a la feria se redujo en un 5%, la participación de un total de 55 stands, estuvo prácticamente equiparada a la del año anterior y pudo catalogarse de exitosa, especialmente, si se analiza el temor que la ola de terrorismo vivido en las ultimas semanas en el país pudo representar para algunos empresarios. En general los asistentes destacaron el buen nivel de la convención, la presencia de las empresas grandes, que tradicionalmente se dan cita en este tipo de eventos, y el volumen de compradores.