Bob Iger, quien hace un año paso de ser CEO a presidente de The Walt Disney Company, informó que vendió el 50% de sus acciones de Disney, por las cuales, a US$179,21 por acción, obtuvo un total de US$98,7 millones.
Iger vendió 550 mil 570 acciones, quedándose en su poder con 555 mil 865 acciones. Es un movimiento que hizo para darle diversidad a su portafolio de acciones en la bolsa, por lo que dio a entender que esos casi US$100 millones los invertirá en otras compañías.
Para Wall Street esto es un movimiento extraño, sobre todo para un ejecutivo tan brillante, pues las acciones de Disney están en un valor bajo, y todos esperan que en el corto y mediano plazo su valor suba más de 10% con la reapertura de muchas de las actividades económicas de la empresa.
Lo único que haría lógico este movimiento es que el ejecutivo tuviese algún tipo de información interna por lo que bajaría el valor accionario de Disney, pero de todas formas, eso sería un acto ilegal que pudiese ser seriamente penalizado, por lo que esta opción se descartaría.