La Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) de Brasil tomó la delantera en América Latina al iniciar un camino para igualar las reglas de juego en el mercado audiovisual y adecuarlas a la nueva era de convergencia extrema entre las empresas de TV paga y las plataformas de streaming.
Carlos Magariños, con experiencia de treinta años en materia regulatoria de diversos sectores de la economía real en los sectores público, privado y en organismos internacionales, consideró que la decisión de Anatel es “histórica”, dado que empieza a darse un “claro camino de nivelación regulatoria, adaptada a la realidad, que potencia la competencia en beneficio de los millones de usuarios”.
Anatel evaluó que el avance del streaming en el mercado audiovisual provocó de hecho una situación de asimetría competitiva, tanto por la sustitución de productos y ofertas por parte de esas plataformas 100% online (técnicamente conocidas como OTT), como por las diferencias de las obligaciones regulatorias que sí pesan sobre la televisión paga.
Magariños, quien actualmente es director de Asuntos Externos y Estrategia Global de Vrio Corp (casa matriz de DIRECTV Latin America y SKY Brasil) analizó que Brasil viene tomando la delantera en la modernización de las regulaciones sobre el mercado de las telecomunicaciones, en especial desde que lanzó el Análisis de Impacto Regulatorio (AIR) que sustentó la propuesta de revalorización del Plan General de Objetivos de Competencia (PGMC), actualmente en instancia de consulta pública.
Mediante el PGMC, Brasil propone igualar las condiciones de operaciones en el mercado audiovisual, contemplando a la TV paga en el marco de un mercado más ampliado de oferta de contenidos audiovisuales, que incluye también ofertas de streaming y de otras tecnologías emergentes.
Brasil, la potencia económica de América Latina, tiene 210 millones de habitantes y 90 millones de viviendas, con 95.184.902 accesos únicos (usuarios) a contenidos audiovisuales, según datos revelados por la propia agencia reguladora del mercado de telecomunicaciones.
Según Magariños, la decisión de la Anatel establece un “cambio histórico” a nivel de América Latina porque consideró, por primera vez, los impactos de las plataformas digitales en el mercado audiovisual y, en este contexto, permitió reclasificar a un operador de telecomunicaciones: SKY Brasil.
La reclasificación pasó a la compañía desde una supuesta posición de dominio del mercado —con pesadas cargas regulatorias—, hacia una situación de igualdad para competir con las plataformas. Así, la Anatel reconoció la nueva realidad de una “convergencia absoluta”, como había postulado en 2022 el economista e investigador Carlos Winograd.
“La decisión de Anatel de reconocerle a SKY Brasil una condición de mercado específica tuvo en cuenta los cambios en la dinámica de oferta de contenidos audiovisuales y la necesidad de adaptación de las regulaciones a la realidad del mercado” explicó.
El documento aprobado de manera unánime por el colegiado directivo de la Anatel destacó que la decisión está relacionada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible 9 y 16 de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas (ONU), “ya que la exención de las obligaciones derivadas permitirá a SKY poner nuevos servicios innovadores a disposición de los consumidores y la acción rápida e incisiva de la Agencia en este proceso demuestra la eficacia de la institución para hacer frente a las demandas urgentes del sector”.
“La iniciativa de Anatel de mejorar las condiciones de competitividad entre las empresas de oferta de contenidos audiovisuales puso a Brasil a la vanguardia en la materia, fomentando las inversiones y promoviendo la reducción de la brecha digital. Otros gobiernos de América Latina están evaluando caminos semejantes, ahora con el apoyo de argumentos técnicos originados en Brasil” dijo Magariños.