Con la Medalla de la Filmoteca de la UNAM y la Cruz de Plata, máximo galardón del Festival Internacional de Cine de Guanajuato, fue homenajeada la trayectoria de más de 60 años del cineasta mexicano Arturo Ripstein, considerado uno de los 100 mejores directores del mundo, quien destacó que en el cine, el guion es el ingrediente central y por ello, dijo sentirse orgulloso de haber trabajado con escritores como Gabriel García Márquez, Juan Rulfo o Carlos Fuentes.
Acompañado de su esposa, la guionista Paz Alicia Garciadiego y su hijo Gabriel Ripstein, el cineasta disfrutó de un video con un recorrido por su trayectoria, compuesta por películas que lograron romper estereotipos en la cinematografía nacional y se convirtieron en un ícono de la misma, entre las que destacan títulos como Profundo carmesí, El coronel no tiene quien le escriba, La calle de la amargura, La tía Alejandra, La reina de la noche, El ángel exterminador, entre otras, de un total de 64.
“Siempre he dicho que el genio de un director de cine consiste en rodearse de la mejor gente posible, y dejarlos hacer lo que saben hacer y mover un poco los hilos. A final de cuentas cuando hablas de cine y la conversación gira en torno a ello, más allá de las referencias técnicas, está el guion y he tenido el buen ojo y la buena suerte de haber trabajado con muy buenos escritores” y recordó haberlo hecho con Gabriel García Márquez, Juan Rulfo, Carlos Fuentes, Elena Garro, José Emilio Pacheco y otros grandes nombres de las letras nacionales, así como reconoció la labor de su esposa Paz.
CREADOR DE UNA FILMOGRAFÍA APABULLANTE
Su hijo, el también realizador y productor Gabriel Ripstein, subió al escenario para hablar del trabajo de su padre, y de la dupla con su esposa Paz, a quienes describió con una vida de sincronía absoluta, “son una dupla en la que las ideas, las obsesiones, el amor surgen por una sola cabeza, además de que hay un entendimiento profundo de qué es interesante, qué es digno de contar, de qué manera se debe hacer, como pareja creativa, algo admirable es la coherencia y el rigor de no traicionarse jamás y haber construido una filmografía completamente apabullante”.
Y dijo tener surte de haber nacido en una familia de cineastas, “y tengo suerte en particular de que mi papá haya tomado un rumbo creativo, único y personal coherente y sujeto a la necesidad de contar historias desde sus ojos. Como padre ha hecho lo que ha podido, y lo mejor que me ha pasado”.
Una de las invitadas principales a este homenaje fue la actriz Sylvia Pasquel, quien habló de la experiencia de trabajar con él, siendo uno de los proyectos más destacados El diablo entre las piernas: “He tenido la oportunidad de trabajar con teatro, TV y cine, siendo mi primera oportunidad de trabajar con él, en el unitario Mujer casos de la vida real. Como actriz sabía que estaba en las manos del mejor director y que iba a sacar lo mejor de mí”.
En tanto, el representante de la Filmoteca de la UNAM, resaltó que la filmografía del realizador, “ha sido objetivo de amplio análisis y escrutinio por parte de especialistas y es considerado como uno de los cineastas más importantes del cine mexicano, a quien se le atribuye la frase, ‘el cine es a final de cuentas un juego, pero se hace con un rigor absoluto’ y quien tuvo la oportunidad de estudiar el trabajo de directores como Luis Buñuel”.
Tras unos minutos con aplausos de pie, la audiencia tuvo la oportunidad de ver la versión remasterizada de la cinta Profundo carmesí, con los 17 minutos que, en su época, fueron eliminados.