Una experiencia personal llevada a la pantalla grande es lo que presenta el cineasta Pierre Saint Martin en su ópera prima No nos moverán, bajo la producción de Varios Lobos, que forma parte de la muestra que presenta el Festival Internacional de Cine de Guanajuato en su edición 27; ahí expresó que esta cinta fue una forma de traducir el dolor personal ligado al movimiento estudiantil de 1968.
“Estamos viendo una oleada de cineastas jóvenes haciendo cosas fantásticas, diferentes y me gusta ver que hay contenidos que no se parecen entre sí, y ese es el tipo de cine que me llena, porque son voces originales, las cuales hacen mucha falta en la industria” mencionó.
Y es justo esto lo que buscaba transmitir con No nos moverán, “que la gente sintiera emoción y que hay algo personal dentro de la historia. Nuestro aporte aquí es a través de un cine más personal, pero que le hable al público. Buscamos que la gente vuelva a llenar las salas y el hecho de que las grandes cadenas se interesen por lo que hacemos es algo muy positivo. Me emociona formar parte de esta nueva ola de cineastas”.
PELÍCULA BASADA EN UNA HISTORIA PERSONAL
El también fundador de la casa productora Central 16 y Los de Abajo Cine, aseguró que, en este caso, la producción estuvo a cargo de Varios Lobos, de Víctor Léycegui y Pablo Simón, y les tomó cerca de cinco años finalizarla: “El guion lo escribí, pero en un inicio quedó como una película atormentada, dolorosa y oscura, con menos esperanza, y posteriormente Iker Compean le dio ese toque de comedia, y después de reescribirlo como 17 veces, encontramos la medida perfecta, por lo que el humor trágico estuvo presente desde el tratamiento”.
Para la realización de este proyecto utilizaron equipo que proporcionó Varios Lobos, como la cámara Red Epic, con lentes ultra prime. El sonido estuvo a cargo de Daniel Rojo, quien se convirtió en el microfonista. La mezcla tardó cerca de seis meses.
Al ser una película que refleja una historia personal, en donde el personaje central representa a la mamá del cineasta, Pierre decidió utilizar el tono monocromático con la intención de reflejar a las fotografías, “es como un regreso al tiempo, es algo que vive dentro del recuerdo de un personaje, fue traer el pasado al presente”.
Protagonizada por la actriz Luisa Huerta, es una comedia negra sobre la búsqueda de venganza y la necesidad de perdonar para seguir adelante. Aquí, el personaje central es Socorro, una abogada obsesionada con encontrar al soldado que mató a su hermano durante la masacre estudiantil de 1968 en Tlatelolco, CDMX.
“El origen de esta historia se remonta a los recuerdos y las vivencias de mi madre sobre la misteriosa muerte de mi tío Jorge Durnate el otoño de 1968. Es una historia de venganza y perdón en un país históricamente sedienta de justicia. Es también un homenaje a mi madre y a otras familias que han perdido a alguien a causa de la violencia y que han perdido el camino hacia la paz” finalizó.