En el cuarto y último episodio de Legalmente hablando con Co-Co, Jennifer Robles, socia de Copyright Consulting, y Ana Sofía Sánchez, coordinadora de intimidad, abordaron el papel de la coordinación de intimidad en producciones no guionadas, como los realities. Este tipo de contenidos, por su naturaleza, presentan desafíos diferentes de los que enfrentan con las producciones ficcionadas, al tener situaciones, que en su mayoría son espontáneas.
“Uno de los trabajos más interesantes en los que he colaborado tiene que ver con los realities. Son como experimentos en donde los participantes que se involucran firman y se comprometen a todo” dijo Sánchez. La coordinadora explicó que su labor principal en estos contextos consiste en observar desde monitores y audios directos las interacciones entre los participantes para identificar posibles focos rojos. Estos pueden incluir decisiones tomadas en estados no lúcidos provocados por el alcohol, así como posibles casos de abuso o acoso.
La coordinadora de intimidad destacó que una de las prioridades de este rol es asegurarse de que las decisiones y dinámicas entre los participantes sean consensuadas y éticamente sostenibles: “Nuestro trabajo es regular las figuras de poder y buscar entrar a una posición neutral, entendiendo que todos trabajamos por un objetivo en común” resaltando que esta función se convierte en un puente entre los equipos de producción y los participantes para prevenir situaciones de riesgo.
En tanto, Robles señaló que, aunque los contratos de los participantes en realities suelen incluir cláusulas que los comprometen a aceptar todas las condiciones de grabación, la práctica presenta retos que van más allá de lo legal: “A nivel contrato, los participantes están de acuerdo en que todo lo que hagan será grabado, pero cuando surgen situaciones de incomodidad o posibles transgresiones, es fundamental que el equipo actúe para proteger tanto a las personas involucradas como a la producción misma”.
Sobre el actuar del equipo de coordinación de intimidad ante un foco rojo, Sánchez detalló: “Nos acercamos al equipo de dirección o de contenido para informar lo que detectamos y solicitar medidas inmediatas, como detener la grabación o redirigir la dinámica. Aunque no tenemos contacto directo con los participantes durante el rodaje, nuestra intervención puede prevenir daños mayores”.
Ambas coincidieron en que un acompañamiento psicológico para los participantes debería ser parte esencial de estas producciones. Mientras que Robles ahondó en que los realities pueden ser experiencias emocionalmente intensas, tanto durante como después de la grabación, debido al aislamiento y la exposición constante.
Ante esto Sánchez coincidió y dijo: “Sería ideal que, además de una coordinación de intimidad activa, los participantes contaran con apoyo psicológico para procesar las situaciones vividas durante el reality y el impacto que puede tener la difusión del contenido en sus vidas”.