Tinta, Escritores audiovisuales cinematográficos de México, es el nombre de la asociación civil que busca crear mejores condiciones laborales para el gremio de los guionistas, establecer parámetros justos para precios por servicios y contrataciones, además de unificar posiciones.
Entre las primeras acciones, afirman que brindarán asesoría legal a sus agremiados para contratos y pagos, crear tabuladores, glosarios que describan funciones que los escritores realizan, y brindar un marco para regularizar el trabajo de los escritores, además de brindar un espacio para talleres y sesiones de intercambio. “La industria creció de manera no planeada, y se requiere establecer tabuladores para que quede claro cuánto pagar por un guion, cuánto por una biblia… Nadie nos va a dar más derechos que los que nosotros nos ganemos” dijo Carlos Cuarón, tras afirmar que lo que buscan es poner en claro las reglas del juego, no encarecer la industria.
Carolina Rivera, quien es una de las fundadoras, dijo que, si bien el oficio de escritor es solitario, al contar con una asociación que los aglutina y represente, se sentirá menos solos.
La asociación es presidida por Lucía Carreras, el secretario de organización es Carlos Cuarón, el secretario de finanzas es Rodrigo Ordoñez, y los vocales son Max Zunino y Fernando Garcilita. Entre los fundadores se encuentran Alejandra Sánchez, Alfonso Ochoa, Carolina Rivera, David Barraza, Flavio González Melo, Luis Gamboa, Marcela Fuentes, Patricio Saiz, Rafa Gaytán, entre otros.
Garcilita comentó que el gremio de los guionistas ha sido muy maltratado en la industria, y que la idea es terminar con prácticas como la entrega de guiones de los que luego no se informa, pagos tardíos, exigencia de numerosas versiones de los guiones, o pago por obra sin contar el número de horas de trabajo invertidas. “Queremos terminar con relaciones abusivas que se han normalizado en la industria”.
Recalcó que las acciones personales afectan a todos, pues “por cada guionista que acepte una cláusula abusiva, no digamos un contrato entero, todos resultamos afectados”.
Afirman que, cambiar la mentalidad del mismo escritor, es el primer paso.
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