En los últimos dos años el género coming of age ha tomado fuerza en Latinoamérica, especialmente en las plataformas. Muestra de ello son La primera vez T1 y T2 (se hará una tercera) en Netflix, Los Billis y Nadie te va extrañar en Prime Video, o de forma más reciente, el estreno de Margarita en MAX.
Los tres primeros ejemplos, tal vez el último derivado de los dos primeros, tienen en común que son de época, suceden en los 70, 80 y 90, respectivamente. Mateo Stivelberg, quien dirigió las series colombianas La primera vez y Los Billis, sostiene que este tipo de coming of age de época, ha tenido una buena audiencia porque a la gente “le gusta revisitar la historia y la nostalgia nunca pasará de moda”.
“Estamos viviendo en un mundo tan hiperconectado en el que recordar cómo eran las cosas antes, la sencillez de la comunicación, que al mismo tiempo era compleja, porque sin celulares, sin Internet, era todo más complejo, pero requería de otro tipo de esfuerzo. Creo que la estética tanto de los 70 como de los 80 siempre ha sido muy llamativa, creo que la música que se escuchaba, las cosas que se hacían, todo eso llama mucho la atención” explica Stivelberg.
Recuerda que esta tendencia se potenció gracias al fenómeno Stranger Things, que aunque tiene una mezcla de géneros, por supuesto que toca el coming of age.
RIESGOS QUE HAY QUE ASUMIR
El colombiano que también ha estado detrás de cámaras de series como Las Villamizar o Cochina envidia, y que fue uno de los creadores de Consuelo, serie de The Mediapro Studio para VIX, menciona que a pesar de los ejemplos mundiales, hacer series como La primera vez y Los Billis en Colombia, tuvo un alto riesgo.
“Mirar hacia atrás para conocernos más, como sociedad, fue como tirar una moneda, sin saber si iba a funcionar. Por suerte, funcionó” dice y además explica que “son series muy costosas, por lo que es un riesgo más grande producirlas. Se les exige más traer suscriptores y no sé hasta qué punto eso se está logrando. Las plataformas también son muy reservadas con esos números. También es una cuestión de un modelo de negocio que hasta ahora también se está tratando de encontrar”.
Por otro lado, el director aplaude que cada vez se hagan más este tipo de series en la región porque cree que “ver qué sucedía en esas épocas, ayuda a encontrar nuestra identidad latinoamericana. Entonces, lo aplaudo porque ha valido la pena”.
No obstante, no se aventura a decir un tiempo aproximado en el que esta tendencia se mantenga. “Es muy difícil tratar de definir o tratar de predecir hacia dónde vamos. Creo que si bien se están haciendo cosas muy importantes, este es un medio que fluctúa bastante y lo de hoy, no necesariamente es lo que se hará mañana” concluye.