Más allá del paso del tiempo, entre Yo soy Betty, la fea y Betty la fea, la historia continúa, producción disponible en Prime Video desde el 19 de julio, la diferencia más notoria es el formato y duración de cada proyecto.
Se pasó de una telenovela de más de 300 capítulos que originalmente se presentaron de lunes a viernes en televisión abierta, a una serie premium para plataforma de 10 episodios que se lanzarán cada viernes.
“La televisión ha avanzado muy fuerte y somos un híbrido con técnicas cinematográficas. Betty fue una serie hecha de forma muy profesional y con un trabajo muy honesto” señaló Mauricio Cruz, director del proyecto.
OTRA FORMA DE GRABAR
Natalia Ramírez y Julián Arango regresan con sus personajes en Betty la fea, la historia continúa
Para los actores la diferencia entre las formas de grabación actuales con las de 25 años atrás, se apreciaban muy fácilmente. Por ejemplo, pasaron de grabar más de 20 escenas diarias, a alrededor de siete minutos por día.
Es un beneficio en la carga laboral, pero también exige una mayor concentración por parte de los artistas. “Tienes solo una oportunidad, sobre todo si cada escena donde tú estás participando hay tantos otros personajes. Había escenas donde solamente tenías una pequeña línea, y te la tienes que jugar toda porque no va a volver a pasar” explicó a PRODU, Natalia Ramírez, quien interpreta a Marcela Valencia.
Julián Arango, el recordado Hugo Lombardi, dijo que aportar improvisación, algo que lo ha caracterizado, en esta nueva dinámica en la que se hacen múltiples planos y contraplanos, es más difícil.
“En la primera toma propones y te vas con toda. Después vienen los otros planos y todo tiene que ser igual a como lo hiciste en la primera. No puedes cambiar, y a uno se le ocurren las mejores ideas después de esa primera toma” afirmó entre risas.
En Yo soy Betty, la fea, los capítulos al aire alcanzaron a lo que se había grabado, por lo que Fernando Gaitán incluyó en la historia juntas de Ecomoda de varios episodios y otros en los que Betty anotaba en su diario y recordaba todo lo que le había pasado. Por esta razón, un momento en que los libretos a los actores les llegaban a tan solo un día e incluso horas, de grabarse.
En Betty la fea, la historia continúa, el cast tuvo todos los guiones disponibles desde antes de rodar. Tuvieron el tiempo de leer toda la serie y de llegar muy preparados y sabiendo exactamente qué iba a pasar en la historia.
“Fue muy raro al principio, porque hacer Betty como con esta rapidez y estos tiempos tan cortos y demás, fue un poco difícil. El reto más grande era que a pesar de que fuera un formato diferente, el universo de Betty estuviera presente y yo creo que nosotros lo logramos” argumentó Lorna Cepeda, Patricia Fernández en la serie.
LLEGÓ EL COLOR
Otro detalle que captará el televidente en Betty la fea, la historia continúa, es que hay mucho más color que en su antecesora. Ecomoda dejó los tonos blancos y grises, para tener colores pasteles de morado, fucsia, amarillo y azul, con muchas plantas en sus interiores y exteriores, algo mucho más cercano al imaginario de lo que es una casa de modas en la actualidad.
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“Había esta búsqueda de cómo evoluciona la empresa, que era otro personaje de la historia. Pasamos por compañías muy representativas. Fuimos muy globales, pero también muy personalizados para ver las relaciones y cómo somos. Esto lo representamos en los colores, las flores y lo que es la moda hoy en día” resaltó Yalile Giordanelli, una de las productoras ejecutivas de la serie.
“Fue algo que aceptó el personaje. No es porque no la tuviera aceptar, sino que cuando empecé a hacer a Hugo me sirvió todo ese color, toda esa luz, toda esa belleza y esas flores; toda esa escenografía le aportó una cantidad. Es como un nuevo personaje” agregó Julián Arango.
Director, actores y productores de Betty la fea, la historia continúa concuerdan en que aunque en este proyecto hay bastantes cosas nuevas y se hizo de una forma distinta, los personajes y el desarrollo mantienen la esencia, algo que esperan que enamore al televidente, tal cual como en el pasado.