Tras la llegada del unitario Un día para vivir, original de TV Azteca, a diferentes territorios incluyendo el africano, el productor Adrián Ortega se encuentra en la producción de la segunda temporada que refuerza el regreso a la ficción de la compañía. La serie tiene a Raúl Caballero como director, quien mencionó que el reto está en el poco tiempo para desarrollar cada episodio e involucrar a elencos diferentes en cada uno.
“Yo nunca había trabajado en unitarios y para mí ese es uno de los retos más grandes. Pero cuando hablé con Adrián Ortega, VP de Azteca Siete, Promoción e Imagen y Adquisiciones, y me contó su visión, no solo de este proyecto, sino de todos los que vienen por delante para el canal, me gustó la idea de refrescar esta producción, me dio la libertad de hacer lo que yo interpretara con los textos” dijo.
Otro de los retos que enfrenta Caballero es el poco tiempo que tenemos para producir los episodios, ya que cada uno implica trabajar con muchos actores, “además, cada capítulo es una especie de thriller en donde los protagonistas tienen que adentrarse a investigar cuál es el pendiente que tienen en la vida y por lo que les apareció la figura de la muerte. Cada trama tiene una especie de subgénero, que puede incluir drama, tragedia o comedia”.
Para lograr el involucramiento de los actores en la trama, el director aseguró que primero lee el guion, “me lo imagino, le busco parecido a mitos universales para encontrar un punto neurálgico del cual se pueda desprender el lenguaje que podamos usar en cada episodio, porque no todos se filman igual. Trato de involucrar a los actores al tono para que sean conscientes con el episodio, hacemos una lectura en conjunto y escucho sus aportes”.
Finalmente, mencionó que esta historia tiene guiones muy sólidos, que “al final, nos permiten contar los casos de forma que conmuevan”.
Protagonizada por María José Magán, Un día para vivir presenta a hombres y mujeres de diferentes edades, quienes reciben la visita inesperada de la muerte, quien les advierte que tienen un día para resolver todo lo que tengan pendiente.