Con una premisa fresca y un enfoque cargado de humor, Natalia Plascencia debuta como directora con el cortometraje Un rostro. Filmada en Ciudad de México, esta obra aborda la presión social sobre los estándares de belleza femeninos.
“La idea surgió a partir de mi interés en explorar cómo las mujeres somos sometidas desde muy pequeñas a cumplir con estándares de belleza, como si nuestro valor estuviera determinado por lo bonitas que somos. Es una historia basada en la experiencia de una amiga que decidió quitarse las prótesis. El proceso fue tan poco amable que me motivó a escribir esta trama con tintes de comedia. Aunque tiene humor, la intención es abrir un diálogo sobre cómo estas presiones nos afectan como mujeres” comentó la cineasta.
Un rostro narra la historia de una joven inconforme con su físico que acude a una clínica misteriosa donde prometen una nariz bella sin cirugía. Sin embargo, los extraños comportamientos de los empleados la harán reconsiderar su decisión.
El cortometraje fue filmado en dos locaciones principales: la calle Madero y un hospital ortopédico, ambas en Ciudad de México. “Formamos un equipo con muchas ganas de trabajar. Grabamos con una cámara Alexa y contamos con un equipo profesional. Filmar es muy caro, y los cortos nacen de quienes realmente tenemos el deseo de hacerlo” comentó la directora.
Sobre el proceso y tiempo de producción, la también actriz expresó: “La producción inició hace más de un año, pero los tiempos en cine independiente suelen ser extensos. Entre la filmación y mi trabajo como actriz, los procesos se alargan. Ahora estamos en la etapa de inscribirlo a festivales, lo cual también es un largo recorrido. Los cortometrajes son un esfuerzo titánico, y aunque tienen una vida más limitada que los largometrajes, son una pieza fundamental para cualquier creador”.
UN LLAMADO A PRESERVAR LA IDENTIDAD NARRATIVA MEXICANA
Para Plascencia, uno de los mayores retos de la industria mexicana es resistir la influencia hollywoodense en la manera de contar historias. “La industria está en un excelente momento; el mundo está volteando a México para vernos como referentes de producción. Sin embargo, debemos luchar por mantener nuestra identidad narrativa. Tenemos una tendencia muy americana que no siempre refleja nuestra esencia”.
Además de dirigir, Natalia continúa trabajando como actriz y tiene varios estrenos en puerta, entre ellos las películas Vainilla y Las locuras de Rodrigo García para plataformas.
En cuanto a la dirección, Plascencia ya está desarrollando el guion de su primer largometraje. “Es un proceso larguísimo, pero tengo muchas ganas de arrancar. Mientras tanto, seguiré creando historias que resuenen con nuestra realidad y luchando por espacios para los cortometrajes” concluyó.