Un trabajo de diagnóstico y formación para detectar el sexismo y, en el largo plazo, lograr cerrar las brechas que existen en EFD Group, realiza Laura Astorga, directora de cine y creadora del Sexismógrafo, herramienta pedagógica que permite medir el sexismo en organizaciones y grupos sociales.
Astorga explicó que la iniciativa partió de la inquietud de Georgina Terán, CEO y directora de la empresa, tras comentar que EFD Group aunque es liderada por una mujer, repite muchos de los patrones que se encuentran en la sociedad mexicana (con solo 30% de representación femenina en muchas de sus áreas). El objetivo es lograr la paridad, no solo en número de puestos entre hombres y mujeres, sino en cargos de dirección.
“No existe ninguna posibilidad de hacer lo que estamos haciendo, si a EFD la hubiera fundado un hombre. Este no es un objetivo que se pueda lograr de un día para otro, pues hay que construirlo desde cero. Ella (Georgina Terán) lo mueve, porque a ella le pasó, y busca cómo solucionarlo” informó Astorga.
Para lograr el objetivo, la especialista parte de la educación como estrategia. Con el Sexismógrafo, taller basado en técnicas de la educación popular, busca que las personas que son parte de las organizaciones visibilicen esta inequidad, al tiempo que se desarman mitos y prejuicios, y se planteen temas de derechos humanos.
“Con ello podemos ver a las mujeres como sujetas de derechos humanos, así como a hombres que en determinadas circunstancias, alguna situación de fragilidad o gusto en el vestir, o de orientación sexual, pueden ser molestados o ser susceptibles de discriminación. Es importante que los hombres entiendan que también pueden ser víctimas, y que los recursos de derechos humanos también operan para ellos” dijo Laura Astorga.
Comentó que aunque el taller al inicio despierta resistencias, en la medida en que se desarrolla, genera participación. “Se trata de un tema sobre el que no hay muchas ganas de reflexionar de forma minuciosa. Así que es muy valioso abrir la conversación” dijo. El taller está basado en hablar sobre contenidos de películas o series, que son los disparadores del debate.
Señaló que prefiere la educación, porque es la manera en la que se logran cambios culturales. Otro proceso en paralelo es la formación de mujeres para los cargos que se requieren. Comentó que un problema a atacar es la ausencia de mujeres preparadas, pues esta inequidad viene desde la escuela y la universidad.
“También tiene lugar lo que llamamos ‛la tubería con fugas’ y se trata de detectar los acosos sutiles, que hacen que las mujeres en vez de denunciar, optan por renunciar. Es un proceso cuidadoso en el que hay que detectar en la misma empresa dónde están ocurriendo estas fugas y las causas que las motivan. Porque también pueden tener lugar por trabajos de cuidado o por brecha salarial”.
Astorga destacó que el cambio ocurrirá de forma lenta, en el largo plazo. “Lo que sí queremos es que sea un cambio contundente y lograr tener inclusión real en la empresa. No queremos solo un maquillaje de igualdad”.