En la pandemia ocurrió lo impensable para las empresas de doblaje. Un negocio con un celoso cuido del trabajo en estudio, bajo estrictas condiciones de acústica y seguridad, se enfrentó al reto de implementar el trabajo en remoto para seguir adelante.
Con la globalización del contenido, las empresas de doblaje y posproducción ya venían experimentado un aumento de trabajo. Tras el pico de encendido que hubo al comienzo del confinamiento, que registró un aumento de 35% a 40% en Latinoamérica, el indicador se estabilizó en un 20% por encima de los valores prepandemia, según datos de Kantar Ibope Media. La demanda de contenido localizado no se detiene.
La mayor parte de las compañías de doblaje de la región emprendieron el proceso de adaptación para trabajar desde casa, con los estándares de calidad habituales.
“Todos los que estamos en este sector de la industria coincidimos en que las grabaciones en remoto formarán parte de nuestros nuevos flujos de trabajo. Hemos notado que para ciertas cosas, personajes con pocas líneas, pick ups, crea eficiencias que antes no valorábamos del todo” comentó a PRODU Alexis Cárdenas, VP de Ventas Internacionales de The Kitchen.
Una lección aprendida en el camino es que esta modalidad les permite mantenerse operativos e incluso aumentar la capacidad de producción. Gran parte adoptó una operación híbrida, en remoto y en los estudios. “No fue nada fácil implementar las grabaciones remotas, pero lo logramos” comentó Silviu Epure, gerente general de Voxx.