Contraataque es un éxito con narrativa en la que ganan los buenos
Aliana González|
18 de marzo de 2025
La escena del choque y ataque inicial tomó tres días de rodaje
La película mexicana que está conquistando audiencias en Netflix, Contraataque, propone un cambio en la narrativa: los héroes son las personas correctas. Su productor Francisco González Campeán lo resumen en una frase: “No se puede vivir en un país donde no haya policías buenos, ni en las películas”.
Contraataque conquistó el primer lugar en todo el mundo en el ranking de Netflix entre las películas de habla no inglesa. En esta posición lleva dos semanas desde su estreno, el pasado 28 de febrero, con 22,1 millones de visualizaciones. Es además número uno en 38 países y cuenta con 31,3 millones de horas vistas.
Se trata de un logro que tiene mucho mérito, no solo por tratarse de una película de acción hecha en México, género en el que poco se incursiona, sino por el atrevimiento de ofrecer esta nueva narrativa, contraria a la épica donde los narcos son los protagonistas.
La película es una licencia de Videocine y es producida por Draco Films.
CAMBIAR LA REALIDAD
Su director Chava Cartas y su productor González Compeán, llevan años imaginando este proyecto -y otros en esta misma línea- porque es su manera de cambiar la realidad: mientras los héroes sean los maleantes o los narcos, y mientras ostenten su riqueza y su poder en las películas, los niños y adolescentes seguirán pensando en replicar esos modelos, como una forma de superar la pobreza.
“Tenemos que ser responsables como cineastas, como realizadores y comunicadores en lo que podemos en pantalla. En las películas de EE.UU. hay hasta carteros héroes. ¿Por qué no lo hacemos en nuestros países?”, comentó Chava Cartas.
Chava Cartas, en la cámara, es el director de la película
La mayoría de los efectos especiales se hicieron en físico, en el set
“Chava y yo llevamos muchos años con el objetivo de hacer una película de acción, en el que se cambie la narrativa: en nuestros países de Latinoamérica los que ganan, los que siempre salen bien, que además son los más guapos, los que tienen las parejas más bellas y los mejores carros, son los narcos o los malhechores. Las autoridades siempre son corruptas o ineptas. Nos planteamos ir en el sentido opuesto”, explicó González Compeán, fundador de Draco Films.
Según Cartas, la industria audiovisual mexicana tiene una deuda en la entrega de héroes. De allí que los protagonistas de los corridos tumbados, por ejemplo, sean delincuentes. “Este resultado de la audiencia nos hace darnos cuenta que la gente está necesitando este tipo de historias. Es el inicio de una cruzada para que nuestros hijos quieran ser soldados, en lugar de maleantes” dijo.
UN BUEN MOMENTO
La explicación sobre la necesidad en las audiencias de experimentar un cambio en la narrativa en este tipo de historias, puede compranderse en México, e incluso Latinoamérica. ¿Pero a nivel global?
Para Cartas y González Compeán la película, sin planearlo, se estrenó en un buen momento.
El discurso que pone a México en el debate mundial para responder a la pregunta de si es o no eficiente en su lucha contra el narcotráfico, y la cantidad de series y programas sobre narcos, con México como centro, hacen que el tema no resulte extraño a nivel global.
“Justo, la cantidad de producciones que se han realizado diciendo todo lo contrario de lo que decimos en Contraataque, es lo que ayudó a que pegara a nivel mundial” dijo González Campeán quien asegura que el contexto global ya estaba dado, “porque ya nos conocen: son los mismos que tienen narcos, que venden fentanilo y que tienen enojado a Donald Trump. Aunque nosotros no lo sabíamos, cuando empezamos a hacer esta película”.
GÉNERO: ACCIÓN
Comenta Cartas que ha tenido la oportunidad de formarse al participar en algunas producciones de acción. “Esta película fue una responsabilidad enorme, en principio, porque creyeron en nosotros y nos dieron el presupuesto”, dijo el director.
Para Cartas, es una película llena de retos: el primero, que no se parezca a una película estadounidense. “Si queríamos emular a una de Hollywood, no íbamos a atrapar a nuestro público” argumentó. Por ello, tenía que ser muy mexicana. Tampoco se podría, debido a los presupuestos, ni la pirotecnia que se usa en pantalla, agregó.
Explicó que la historia tendría que ser muy buena, y los personajes, entrañables. “Necesitábamos que cada personaje represente a un mexicano que quiere hacer el bien, que tiene muy bien plantados sus valores, pero que además sean humanos, y que tengan miedo” argumentó, tras afirmar que el otro reto es que la acción se vea bien, aunque no tenga el presupuesto de una película de Hollywood.
Es allí cuando conocieron el guion de la mano de José Rubén Escalante, y enseguida lo tomaron, porque era lo que buscaban.
Lograr escenas de acción con pocos recursos se logró gracias a la experiencia de Chava Cartas, afirmó González Campeán, quien informó que se detuvieron a planear cuidadosamente en qué invertir cada peso para que se viera en pantalla.
EXCELENTES PERO NO CONOCIDOS
Con una duración de 85 minutos, la cinta es protagonizada por Luis Alberti (capitán del escuadrón) y Noé Hernández (jefe narco), acompañados de: David Calderón, Leonardo Alonso, Guillermo Nava, Luis Curiel, Mayra Batalla y Frida Jiménez en su debut cinematográfico.
Comentan tanto Chavas como González Campeán que son actores excelentes, pero no tan conocidos. La película no apostó a talentos que atrajeran masas. “No tenemos a un Diego Luna. Sin embargo, son actores de lo mejor que hay en el escenario en este momento, aunque no tienen cinco millones de seguidores en Instagram”.
LA INVENTIVA MEXICANA
“Una marrana”, como le dicen en México, es una máquina que se usa en efectos especiales, que lanza a presión material de corcho que simula la destrucción de paredes, bloques, etc. Está diseñada para no causar daños al crew y producir el efecto que tienen los disparos o las explosiones sobre las estructuras. Pero el material que se usa, es muy caro. “Necesitamos unas 30 descargas de “la marrana”, pero solo teníamos dos. Los muchachos se fueron a comprar bolsas enormes de palomitas de maiz, y quedó excelente. Esa es la inventiva mexicana”, mencionó Chava Cartas.
Afirman, que tienen que suceder muchos milagros y que se alineen los planetas, para resolver los problemas que surgen en una producción latinoamericana, que además es de acción. Pasaron tres días para filmar la escena inicial del choque y el enfrentamiento. Tres días de estrés, porque amanecía nublado y lloviendo. Finalmente lo consiguieron.
La producción tomó 38 días, incluyendo dos semanas de filmación nocturna. Como se grabó en época de invierno en zonas de frío, tuvieron que soportar bajas temperatura y resolver cómo filmar los cuerpos de los muertos, sin someter a los actores a estar tirados en el piso con tanto frío. Allí también intervino la inventiva mexicana y se fabricaron “dummies” rellenando trajes para simular estos cuerpos. Se grabó en municipios del Estado de México: Isidro Fabela, Tepotzotlán, Juchitepec y Temamatla.
FORMACIÓN EN CINE DE ACCIÓN
Destacaron que la película se planeó muy bien. “Practicamente llenamos las paredes de un cuarto de story boards, para entender cómo se iba a resolver cada escena”, recordaron. La producción es un paso importante en la formación de equipos en cine de acción, en lo cual hay poca experiencia en México.
Hubo decisiones muy atinadas, como que los actores se formaran durante 10 semanas en una unidad de fuerzas especiales similar a la que representarían. No solo para que aprendieran los movimientos y acciones, sino porque debían estar físicamente aptos para representarlas. “Estuvieron todo ese tiempo acuertelados, haciendo ejercicios reales, y viviendo la vida de estos militares” explicó González Campeán. Además, pasaron por la preparación física con un entrenador en peleas escénicas: Fidel Cerda.
Tuvieron que contratar a un número poco convencional de dobles de riesgo y todos tenían que saber manejar armas. Los dobles de acción se prepararon durante un mes para las escenas más complicadas de la película, desde las peleas cuerpo a cuerpo hasta el choque inicial.
Aunque la mayoría de los efectos especiales son logrados en el set, hubo más de 110 tomas con VFX, que incluyen destellos de disparo (muzzle flashes) de las armas, sangre, impactos de bala en árboles, tierra y la casa. Para ello destacó el trabajo de Rael by Fake, de Canadá, quien hizo los VFX, y Monkeys with pistols, ubicada en México, responsable de la posproducción. La corrección de color se hizo en Los Ángeles. “Tuvimos proveedores de lujo, y mucha suerte, porque coincidió con la época de la huelga en Hollywood, por lo que obtuvimos muy buenos precios”, finalizó González Campeán.
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