Mediacrest se embarcó en la adaptación de la novela de Carmen Laforet Nada, un clásico de la literatura española, de prescripción obligatoria en la educación básica, y por el que la autora ganó en los años 40, cuando apenas tenía 23 años, el Premio Nadal, siendo la primera mujer en recibirlo.
La productora ha entregado la escritura del guion de esta historia de crecimiento, que es también un diario, a la escritora y periodista Elvira Lindo. “Quise tener presente la sensación que había tenido cuando leí Nada a los 16 años, no quería negar esas primeras impresiones. Me ayudaron mucho a saber cómo hacerla” explica Lindo en una de las conferencias de Conecta Fiction.
La novela cuenta la historia de Andrea, una joven de 18 años que viaja en barco de Las Palmas a Barcelona y se encuentra la ciudad devastada por la Guerra Civil española. En el ejercicio de su independencia debe lidiar además con una familia complicada en la que no encaja mucho. Un personaje poderoso guía la narración de Nada.
“Es una novela de crecimiento, de una chica enfrentada a una familia de personajes estrambóticos, que son traumatizadas por la guerra. Esta será la serie sobre una chica que lee, que tiene inquietudes intelectuales, una chica interesante, adelantada de época” agrega Lindo, quien emparenta Nada con el fenómeno cultural de El guardián entre el centeno.
Al ser una historia muy introspectiva con muy pocos diálogos, Linda tiene un desafío adicional para preservar su esencia en la serie. “El reto de esta adaptación es hacer hablar a Andrea”.
Daniel Domenjó, director ejecutivo de la productora Mediacrest, señala que este proyecto se inscribe en el boom de las adaptaciones de grandes obras literarias y las series con voces femeninas. Asegura que el proyecto está encarrilado y que han sostenido conversaciones con players españoles y de afuera para que a finales de 2022 esté lista. “Tenemos una pequeña joya a la que nadie le había prestado atención y un calendario a nuestro favor con el centenario del nacimiento de Carmen Laforet”.
Este es uno de los principales proyectos de Mediacrest, que tiene apenas dos años y medio de fundada. “Nada es un reflejo del ADN de los productos de ficción con los que nace Mediacrest” apunta Domenjó.