Estudio Backstage Lationoamérica, con base en Caracas, tuvo que parar dos meses la producción cuando se decretó una cuarentena estricta en Venezuela, apenas aparecieron los primeros casos de coronavirus.
A media máquina, con un solo turno de trabajo, lograron mantener la operatividad. Actualmente 70% del trabajo lo hacen directamente en los estudios y el 30% de forma remota.
“Este trabajo remoto nos obliga a tener un mejor control de calidad. No todos los locutores tienen un equipo de grabación con calidad de audio profesional, por lo que no todos pueden trabajar vía remoto” señala Víctor Morón, CFO y socio de Johnny Serra en Estudio Backstage Latinoamérica.
Las dificultades, sin embargo, los han obligado a ser más eficientes para cumplir con los clientes, que también han aceptado ajustar los tiempos de entrega del contenido.
“En Backstage creemos que esta pandemia cambió todo y que el medio del doblaje no es ajeno a estos cambios. Estamos en un momento de adaptación en el cual hay que tomar decisiones prácticas para poder seguir generando contenido”.