La presencia de la película Prisionera del lente, de la productora de Costa Rica Café Cinema, en Marché du Film en Cannes, hace sentir a su productor Héctor Alfaro que finalmente han vuelto al ruedo, después de la pausa de tres años que impuso la pandemia.
La proyección de la obra en premiere, además, ha despertado gran interés de compradores para la ventana theatrical desde EE UU hasta España, Francia y América Latina, y se perfila también como un producto de interés en las ventanas de las grandes plataformas de streaming.
“Estar aquí se ha convertido en una posibilidad del retorno de la venta comercial de nuestras películas. Significa la entrada al mercado de nuevo para nosotros que teníamos casi tres años en un agujero por la pandemia. Además, hace rato que una película de Costa Rica no se exhibía comercialmente en un espacio como este” cuenta Alfaro desde Cannes.
Una joven es contactada por un fotógrafo a través de las redes sociales, quien le ofrece la posibilidad de unas fotografías gratuitas que necesita para impulsar su carrera como modelo, sin embargo, se encuentra en una aparente situación de peligro pero a pesar de ello y ante la posibilidad de ayudar a una de sus mejores amigas que se encuentra desaparecida, decide enfrentarse al posible atacante, pero descubre un tremendo secreto que realmente podría acabar con su vida.
Prisionera del lente (Framed) es un thriller que fue filmado con la pandemia encima, lo que exigió hacerlo en una locación principal. “La historia ocurre en una casa cualquiera que durante la película se va transformando en un personaje más”. La historia se sostiene sobre las actuaciones del mexicano Héctor Soberón, presente en telenovelas icónicas como María la del barrio y Mi pequeña traviesa y la estadounidense Gaby Borges, que debutó con la serie juvenil Eva Luna (Univisión).
La dirección de la cinta está a cargo del argentino Rodrigo Tannure y el guion es de un nuevo talento costarricense: Elías Mesén, de 19 años de edad, que escribió la película a partir de una idea de Café Cinema. “Estamos interesados en proyectar a nuevos guionistas de cine comercial y esta es su ópera prima”. El joven hizo 17 versiones de la historia hasta que dieron con la definitiva. Ahora prepara otro guion para una película de aventuras ambientada en los años cincuenta titulada Tabatha y la esfera de jade.
Con este impulso que tuvieron para Prisionera del lente, Café Cinema ha confirmado la inversión para sus dos próximos proyectos que se pasean por la comedia: Nada es imposible, una comedia romántica en la vida pospandemia escrita por el mexicano Raúl Rodríguez, y Mil trajes para Camila, un dramedy sobre la separación de una pareja y la relación del padre con su hija.