Ana Sofía Sánchez, coordinadora de intimidad, y Jennifer Robles, socia de Copyright Consulting, en la tercera entrega de Legalmente hablando con Co-Co
En la tercera entrega de Legalmente hablando con Co-Co, Ana Sofía Sánchez, coordinadora de intimidad, dialogó con Jennifer Robles, socia de Copyright Consulting, sobre los retos que enfrenta la industria audiovisual al trabajar con menores de edad. Ambas especialistas abordaron los lineamientos legales, éticos y emocionales necesarios para garantizar la integridad de los niños y adolescentes involucrados en producciones.
Uno de los puntos clave destacados por Robles fue la importancia del background check o verificación de antecedentes para cualquier persona que interactúe con menores en un proyecto: “Se verifica que no tengan antecedentes penales y, en ciertos casos, se realizan estudios psicológicos. No obstante, el menor siempre tiene que estar acompañado”. Estas medidas buscan identificar posibles riesgos, como tendencias que podrían poner en peligro a los menores, garantizando su seguridad tanto física como emocional.
Sánchez complementó esta perspectiva al subrayar el papel del coordinador de intimidad como una figura clave para asegurar que el menor esté acompañado durante escenas delicadas. Además, señaló que este acompañamiento no solo debe limitarse al rodaje, “sino que debe extenderse al impacto a largo plazo que la participación en ciertos proyectos podría tener en la vida del menor. En este momento no sabrá lo que pasa porque se le cuenta otra línea narrativa, pero el día de mañana que sepa lo que pasó, también tenga quién lo acompañe”.
LÍMITES CLAROS EN ESCENAS SENSIBLES
Ambas expertas coincidieron en que existen límites estrictos sobre lo que se puede representar cuando se trabaja con menores: “No se permiten escenas de sexo simulado ni desnudos de menores” afirmó Sánchez, enfatizando que cualquier narrativa delicada, como las relacionadas con abuso o violencia, debe abordarse con extremo cuidado y honestidad.
Jennifer Robles añadió que, en estos casos, es esencial contar con un acompañamiento psicológico especializado que no solo atienda al menor durante la producción, sino también en el futuro. Esto es crucial para garantizar que comprendan de manera adecuada su participación y puedan procesar.
LEGALIDAD Y ÉTICA COMO CLAVE
Aunque la ley protege a los menores sin importar su edad, Robles subrayó que el trato psicológico debe ser específico según el rango de edad: “No es lo mismo trabajar con un niño de siete años que con un adolescente en pubertad. Ambos necesitan un acompañamiento especializado” dijo.
El compromiso de la industria con la protección de los menores no solo debe partir de una base legal, sino también de un enfoque ético que considere el bienestar integral de estos actores en formación.