Con una amplia experiencia en producciones nacionales e internacionales para cine y streaming, Joshua Okamoto se convierte en el protagonista de la nueva serie de Netflix Los reyes de Oriente de la casa productora Jaibol Films y la cual estrena este miércoles 25 en la plataforma.
En entrevista, el actor habló del proceso de trabajo detrás de este proyecto: “Empezamos con un proceso de ensayos largos y minuciosos, de aproximadamente dos meses, cosa que en el audiovisual es poco común, pero agradecí mucho. Es algo que las producciones deberían copiar al teatro. Algo que me interesaba mucho era contar una historia desde una mirada justa, bella y poética, porque normalmente las periferias se retratan con una mirada marginal, de carencia, pero aquí presentamos a Iztapalapa como el centro de personajes aspiracionales. Esta serie es una carta de amor a esta zona de CDMX y a México en general” resaltó.
Okamoto, quien ha sido parte de proyectos internacionales como SAW X o VGLY, compartió que dentro de Los reyes de Oriente, se busca mostrar también las tradiciones culturales de Iztapalapa, por lo que la historia tiene unos toques de documental: “Para interpretar, desde una mirada justa, bella y compleja, hay que estar documentados, porque si no te acercas desde una generalidad, siempre terminarás en estereotipos y clichés . Por eso nos adentramos a entender usos y costumbres, como el Viacrucis (representación de la crucifixión de Cristo). Fue pasar de un proceso documental, político, contextual, social, que nos permitió extraer la esencia para representar”.
BALANCE ENTRE EXCESO DE PRODUCCIÓN Y LA CALIDAD
Al haber participado en proyectos de cine como Sexo, pudor y lágrimas 2, El baile de los 41 y Muerte al verano; así como en las series Control Z, Narcos México, El club y El galán, para plataformas como Netflix, Max y Disney+, Joshua opinó sobre los contenidos que actualmente se encuentran en las diferentes pantallas, así como la evolución de la industria:
“La pandemia provocó una producción acelerada dentro de las plataformas streaming, lo cual se tradujo en mucho trabajo, que por un lado es algo bueno, y también se activó la búsqueda de historias frescas, que conlleva tener rostros diferentes. Creo importante que las plataformas se comprometan a desarrollar talento emergente y se tengan nuevas generaciones de actores y actrices. Del lado no tan positivo, fue que la calidad se descuidó un poco. Crecer y expandirse es todo un reto, pero hay que saber hacerlo, con un balance entre el exceso de producción y la calidad, porque al final, el compromiso es con el espectador” añadió.
Ante esto, expresó que los actores deben asumir el compromiso de conocer lo que está pasando en la industria, saber lo que se está haciendo, cómo lo recibe el público; sobre todo, “estar en constante investigación, porque al final del día, nuestros trabajo genera industria y ésta nos da trabajo. Es un ir y venir”.
FORMACIÓN DE UNA NUEVA COMUNIDAD CINEMATOGRÁFICA
Afirmó que la dirección le llama mucho la atención, después de confesar que ha producido largometrajes, de los cuales está por estrenar dos de tres que ya realizó, y los cuales están en proceso de posproducción: “Me interesa dirigir, creo que todas estas áreas me permiten seguir explorando historias desde diferentes puntos de vista, y tener una visión más completa de lo que es ser actor dentro de una industria creciente y demandante. Me interesa involucrarme desde el guión hasta que llegue a las salas de cine o a las pantallas de TV”.
Finalmente detalló los proyectos que tiene en puerta, uno de ellos es su ópera prima Berezada, dirigida por Danae Reynaud y otro es Teléfono público bajo la dirección de Moy Rodríguez: “Me gusta coproducir óperas primas porque es como el bebé del director y hacer cine ya es un salto de fe. Es la oportunidad de ir formando una comunidad cinematográfica o teatral e ir encontrando las voces de tu generación”.