Ana Lorena Pérez Ríos, Lucía Gajá y Julia Rivero, directoras de No fue mi culpa México, serie dramática de Star Original Productions producida por BTF Media, confiesan que, al trabajar en esta ficción que aborda los feminicidios en México, construyeron una amistad que hoy las hermana y se sumergieron en lugares emocionales que no habían transitado. Se trata de una producción realizada desde la perspectiva femenina bajo el liderazgo de las mujeres, con un equipo formado por mujeres en su mayoría.
No fue mi culpa México estrena este viernes 17 en Star+ y es la primera versión de No fue mi culpa. Próximamente se anunciarán las fechas de estreno para No fue mi culpa Colombia y No fue mi culpa Brasil.
¿En qué se diferencia una producción realizada por mujeres de una liderada por hombres? Las directoras explican que el punto de partida ha sido abordar el tema desde la empatía, la sororidad y el amor, con un costoso proceso de inmersión en el que se involucraron dolorosamente en espacios afectivos que no habían pensado transitar.
Tras la experiencia, agradecen la oportunidad. Afirman que fue en esos ríos turbulentos de emociones donde fortalecieron la amistad y lograron construir una historia auténtica y honesta. También explican que otro distintivo del trabajo femenino es cómo se involucró a todo el equipo, hasta lograr un ambiente único de sintonía y visión de conjunto, en el que experimentaron sets de silencio absoluto, profundo respeto y concentración.
Este trabajo en equipo implicó la reflexión, revisión y crítica de cómo han experimentado o han sido testigos de la violencia y de cómo esta ha sido representada. Un enfoque en el que —aseguran— se percibe desde la posición de la cámara, la música o el clima en las escenas que contienen violencia, con el fin de contar una historia muy humana. Explican que la fuerza de ese trabajo en equipo es lo que da a la serie la autenticidad que tiene.
“Hay una mirada diferente: esta sutileza y pudor de no mostrar la violencia per se, sino mostrarla con sus complejidades y matices” apunta Ana Lorena Pérez Ríos.
Afirman que los hombres que fueron parte del crew, participaron y se involucraron de manera muy comprometida en todo el proceso. Gabriela Valentan, productora ejecutiva, fue líder del proyecto, en el que destaca el trabajo de las escritoras Ana María Parra Vázquez, Emi Salde, Alicia Flores y Dariela Pérez Flores, quienes se involucraron con casos de la vida real, punto de partida para la historia, así como de las fotógrafas, Ximena Amann y Claudia Becerril.
La banda musical de la serie fue creada por las gemelas Josefa y Esperanza de Velasco, dos de las compositoras y arreglistas más prestigiosas de México, e interpretada por la Orquesta Sinfónica Sororidad, una agrupación de 80 mujeres artistas que, a través de su música, promueve la conversación social en torno a la violencia de género y el feminismo.
Francisco Cordero y Ricardo Coeto, socios y fundadores de BTF Media, quienes ya a mediados de 2019 crearon la unidad de BTF PINK UNIT para trabajos audiovisuales realizados solo por mujeres, impulsaron la idea de que este proyecto se realizara bajo el liderazgo de las mujeres.