Luego de haber cursado una maestría de animación de personajes 3D, la española Marta del Valle comenzó en 2015 a trabajar animados para series, anuncios, películas y videojuegos.
Comentó que en Latinoamérica colaboró en una serie para Disney Argentina y tiene “algunas ofertas de proyectos en el aire, pero actualmente nada en curso”.
Según explicó, la diferencia fundamental entre la animación para películas y televisión o los videojuegos, “está en las cuotas (tiempos) que te asignan para hacer las tareas. En series, publicidad o videojuegos la cuota es muy apretada y tienes que trabajar a mil para poder cubrirlo”, lo que no permite dedicar tanto tiempo a los detalles del movimiento de los personajes como en las películas.
“Por ejemplo, en un videojuego te pueden pedir varios ciclos de animación terminada en un día, mientras que en una película suelen tener una cuota de tres segundos a la semana”.
Para Del Valle, las plataformas han contribuido a dar visibilidad a las animaciones para adultos y las han acercado al público general.
Piensa, además, que la pandemia ha aumentado la demanda y el interés por la animación en general a varios niveles. “A nivel del usuario, he visto que en mis círculos, gente que no consumía este tipo de contenido ha empezado a hacerlo. A nivel de estudios, claramente se ha visto que, aunque puede ser más cara que un rodaje al uso, la ventaja principal del trabajo remoto y la virtualidad hacen posibles muchas más cosas”.