Una
de las figuras más emblemáticas de los talk shows latinoamericanos,
Laura Bozzo, mejor conocida como “Laura de América” —por el
programa que la lanzó a la
fama—, fue una de las invitadas a los Premios PRODU, que lleva seis años
reconociendo la excelencia en la industria de la televisión en
español.
“La casa de los famosos me transformó en un ícono de los jóvenes. Ahora el apoyo que tengo a través de los jóvenes, es
impresionante” dijo la conductora peruana, quien este año
fue una de las invitadas al exitoso reality de Telemundo. “Tengo 10
millones de vistas en TikTok, he crecido mi Instagram. Las redes
sociales se han disparado. Mi conexión con los jóvenes es
increíble y la razón es que soy auténtica. Yo ya estoy más allá
del bien y del mal y siempre lo estuve. Digo lo que pienso y me vale.
A mí hay que temerme, porque yo todo lo que pienso lo digo” enfatizó durante la
transmisión.
Bozzo
se encuentra en estos momentos grabando dos secuencias para el
programa La mesa caliente de Telemundo. Además, informó que
recientemente están montando
otro show con Imagen Televisión, Que pase Laura, y está trabajando
en su podcast en Pitaya Entertainment, que saldrá
muy pronto. “Tengo miles de proyectos y realities,
puro drama” dijo.
Habló
de los inicios de su carrera en la televisión
y los talk shows. “La verdad es que nunca entenderé qué pasó en mi vida porque todos mis sueños eran ser abogada, defender
a las mujeres, nada que ver con el espectáculo. Pero me invitaron a
un programa de televisión y todo el mundo empezó a decir que yo era
una gran comunicadora” relató.
En
ese momento entró a participar
en un programa político, donde dijo que se metió
“en mil líos”, y esto la llevó
a ser reclutada por un broadcaster para que hiciera un talk
show. Nace entonces el programa Intimidades y luego, Laura en
América, “que es el orgullo más grande que tengo en mi carrera”
destacó.
Con
sus programas, Bozzo se dedicó
a ayudar a los necesitados. Uno de los
casos que más la marcó fue, ya estando en México,
donde conoció a unas siamesas
unidas por la espalda a quien nadie quería
atender. Ella se hizo cargo e incluso se hizo responsable ante el
canal (Telemundo) de una cirugía
que tras 36 horas separó a las niñas
exitosamente, a pesar de todos los malos pronósticos.
“Las
operaron, las dos vivieron, ambas caminan, hoy están en la escuela y
la verdad yo cuando las veo digo que, con todo lo que me pueda pasar,
esto le da sentido a mi vida. Porque no es solamente sentir que tengo
éxito, es sentir en tu corazón que estás haciendo algo, que es lo
que Dios quiere que hagas” dijo con orgullo.