Para todas las adaptaciones a la pantalla de los libros que en sus páginas hacen gala del realismo mágico, uno de los grandes preguntas es cómo convertir eso en imágenes para no perder su esencia y que genere algo similar en el espectador. En Cien años de soledad, serie disponible en Netflix desde el 11 de diciembre, de acuerdo con la directora colombiana Laura Mora, buscaron ser lo más realistas posibles:
“Creo que una decisión muy acertada fue alejarnos de esa visión del realismo mágico como una visión fantástica. Nosotros quisimos que el realismo mágico se vea más como una mirada poética sobre el mundo”.
Laura Mora dirigiendo a la actriz Akima en Cien años de soledad
En ese sentido, explica cómo fueron las grabaciones de este tipo de secuencias en Cien años de soledad: “quisimos que el realismo mágico no fuera dotado de grandes artificios técnicos, sino que todo se hiciera muy en la cámara, como muy mecánicamente. Eso tuvo unas exigencias de puesta en escena impresionantes”.
Por ejemplo, cuando el Padre Nicanor va por todo Macondo haciendo actos de levitación como muestra de la existencia de Dios, estas escenas no se hicieron con un croma, como sería lo usual, sino que el actor fue levantado en el set usando cuerdas y arneses, que luego fueron borrados en posproducción.
Para Laura Mora, escenas como esta y tantas otras hecha de una forma más rudimentaria, como por ejemplo que se utilizaron decenas de flores amarillas entre reales y plásticas cuando estas llueven sobre Macondo, hace de las imágenes y de esos momentos “un poco más delirantes, surreales, poéticos, etcétera, pues se siente un realismo muy evidente. Fue algo que decidimos muy desde el principio con el equipo artístico”.
EQUIPO DETALLISTA
Para la directora de películas como Los reyes del mundo o Matar a Jesús, Cien años de soledad ha demostrado las capacidades y talento de los equipos de producción colombianos.
“Es muy inspirador para un director estar todos los días con un equipo técnico y artístico de ese calibre, que además todos los días tienen puesta la camiseta diez para dar lo mejor de sí mismos. El rigor, el nivel de pensamiento, de investigación, de dedicación que hay detrás de cada una de las cosas que hemos hecho es impresionante” sostiene.
Laura Mora en un día de rodaje de Cien años de soledad
El alto presupuesto de Netflix para la producción, calificado por la plataforma misma como la serie más ambiciosa que se ha hecho Latinoamérica. permitió tener un equipo detrás de cámaras compuesto por cerca de mil personas, en las que había desde técnicos hasta expertos en sánscrito:
“Hay una una escuela, nosotros le llamamos la universidad CADS (Cien años de soledad), que era por donde tenían que pasar todos los actores a aprender latín, aprender caligrafía, aprender acento costeño para los que no eran de la costa. En fin, eso da cuenta del cuidado que hemos tenido por todos los detalles y eso es increíble” destaca Laura Mora.
Cien años de soledad tiene ocho capítulos en su primera temporada, y tiene asegurada una segunda parte que en estos momentos se está realizando en Colombia.