El registro y la protección de las voces de los actores de doblaje enfrentan múltiples desafíos en un entorno digital globalizado. En la segunda entrega de Legalmente hablando con Co-Co sobre la IA en la producción y el doblaje, Ricardo Tejedo, actor de doblaje; Paulina Grande, directora de Grande Studios y Óscar Ibarrola, socio en Copyright Consulting, hablaron sobre la complejidad de proteger las voces de doblaje en un mundo digital.
Para Tejedo, el principal problema no son los contratos, sino las compañías poco éticas que utilizan las voces en otros países sin autorización: “En México, soy dueño de mi voz, pero si la usan en otro país, la legislación mexicana no aplica”, explicó, por lo que abogó por una regulación internacional que proteja a los actores de doblaje en todo el mundo.
EL CONVENIO DE BERNA Y LA PROPIEDAD INTELECTUAL
En tanto, Ibarrola mencionó que el Convenio de Berna, suscrito por 180 países, establece bases mínimas en materia de propiedad intelectual. Sin embargo, reconoce que la tecnología complica la regulación: “Alguien en Chile puede usar servidores en la India y subir contenido a México, lo que dificulta la aplicación de sanciones”, y sugirió que las plataformas digitales, como Facebook e Instagram, podrían ser un punto de partida para regular el uso no autorizado de voces.
EL ROL DE LAS PLATAFORMAS DIGITALES EN LA REGULACIÓN
Ibarrola añadió que las plataformas han implementado sistemas como el safe harbor o puerto seguro, que obliga a retirar contenido infractor cuando se recibe una denuncia: “Facebook, por ejemplo, debe bajar el contenido y notificar al usuario que lo subió. Si este acredita sus derechos, el contenido puede volver a publicarse”. Este mecanismo, aunque no es perfecto, representa un avance en la protección de derechos de autor en entornos digitales, agregó.
LOS CONTRATOS Y LA IMPORTANCIA DE LA FIRMA
Para Grande, es indispensable poner atención a los contratos en la protección de las voces: “Muchos talentos graban sin firmar contratos, lo que los deja en desventaja”, advierte. “Un contrato debe especificar cómo se usará la voz, los términos de pago y las regalías”, pero reconoció que el mayor riesgo no está en los contratos, sino en el uso no autorizado de las voces en plataformas digitales y otros medios.
LA ALIMENTACIÓN DE IA Y EL FUTURO DE LAS VOCES
Finalmente, Tejedo alertó sobre el uso de voces para alimentar sistemas de inteligencia artificial: “Muchas plataformas usan programas de televisión y contenido en línea para entrenar sus sistemas”, afirmó. Esto dificulta demostrar el origen de las voces y plantea un nuevo frente en la lucha por los derechos de los actores de doblaje: “Si se piratean películas, ¿por qué no van a piratear nuestras voces?”, cuestionó.
Para los tres actores de la industria, la protección de las voces de los actores de doblaje requiere no solo de contratos claros, también de una regulación internacional y mecanismos efectivos en plataformas digitales. En tanto, los actores y estudios deben estar atentos a los usos no autorizados de sus trabajos.