Desde los inicios de su carrera hace casi 30 años en Cali, la directora colombiana Liliana Bocanegra ha ido creciendo en la industria. En 2021, la productora española Boomerang TV la llamó para irse a dirigir en España, desde donde conversó en #PRODUprimetime con Ríchard Izarra sobre lo que ahora es su vida.
Cuenta que a partir de su llegada a Madrid es otra mujer, aunque sigue siendo “la misma directora apasionada de siempre”. Asegura que a nivel personal su vida ha cambiado mucho. “Ahora tengo una proyección de vida familiar, sentimental y profesional que está aquí en España. O sea, yo aquí me voy a quedar. Me caso en un año, si Dios quiere”.
CAMBIOS
El año pasado hizo una obra de teatro en la capital española, escrita, dirigida y producida por ella. Comenta que fue una suerte de catarsis para sacar cosas que tenía guardadas. “Es una obra de teatro de 30 minutos” titulada El pabilo de la vela. “Tuvimos una temporada cortita aquí en Madrid, pero fue como un riesgo. Yo nunca había hecho teatro, con todo el respeto que le tengo a los dramaturgos, pero necesitaba escribir ese texto y sacar de mí eso que estaba sintiendo y me pareció que el teatro era la mejor manera de expresarlo. Era una parte de mi historia de cuando conocí a un chico que era menor que yo y tuvimos una relación de amor y de dolor muy fuerte, y yo necesitaba sacar un poco, contar esto y empezar a sanar y a curar esas cosas. A lo mejor en Colombia no hubiera sido capaz de hacerla”.
Agrega que ha habido un proceso interno muy importante en estos tres años que lleva en España, “de soltar, de entenderme, de reconocerme y de quererme”.
MIGRAR NO ES FÁCIL
“Migrar no es fácil” confiesa Bocanegra. “Como al año de estar aquí, pasé por una depresión muy fuerte” tuvo que ir a terapia porque se sentía derrotada, “me sentía asustada, como el síndrome del impostor. Me atacó el síndrome del impostor muy fuerte. Pero logré salir”.
Explica que llegó a España, con sus dos hijos y con muchas ilusiones y expectativas, y a pesar de que todas se cumplían, ella no lo veía. “Durante esa época escribí tres proyectos de serie. Salió la obra de teatro. Y ahora, después de ese momento que volví a ver la luz, sí soy otra mujer, la misma, pero recargada, la misma queriéndome más. Y eso es maravilloso, pero también forma parte de todo el proceso de migrar. No sabía quién era yo”. Pero ahora está segura de que es directora “en propiedad, siempre lo he sido y lo seguiré siendo” señala.
COLOMBIA
A su país natal solo regresará para hacer proyectos más cortos. “Que yo me pueda ir un mes y medio, dos meses, máximo tres meses, algo así, pero para un proyecto muy largo no me voy porque además tengo un compromiso con Boomerang”.
SALÓN DE TÉ LA MODERNA
Para ella como colombiana, aprender y entender la historia de Madrid y de España en los años 30 ha sido un gran reto. “He aprendido una cantidad de cosas que jamás imaginé. Y me reta porque, por ejemplo, hay palabras, frases, acontecimientos, personajes de la vida cultural de Madrid de los años 30 que están plasmados en los guiones y todo eso es como que tengo que hacer lo mío, que forme parte de mi vida también, y de mi conocimiento, ese es uno de los retos más grandes”.
En el equipo “creo que somos dos colombianos, un compañero que está en el equipo de arte y yo, de resto todos son de aquí de España, eso me reta. Me reta que me crean, me reta que me sigan, me reta que tenga un equipo que confía en mí”.