La segunda parte de Los iniciados, que se estrenó este viernes 27 en Prime Video, trae de regreso uno de los universos más oscuros del audiovisual colombiano, inspirado en los personajes de las novelas de Mario Mendoza. Producida por AG Studios, la película fue dirigida por Carlos Moreno (Que viva la música) y escrita por Nicolás Serrano (Distrito salvaje).
El formato contó con la producción de Rodrigo Guerrero (María llena eres de gracia), Paola Andrea Pérez (La Tierra y la sombra), Álex García (Desierto), Cristina Echeverri (Los Billis), con Mario Mendoza (Satanás) como productor ejecutivo. Su elenco está liderado por Andrés Parra, Jorge Cao y Francisco Denis, a quienes se suman Christian Tappan, Cristina Umaña, Silvia Santamaría y Jefferson Quiñones.
UN NUEVO ENFOQUE MÁS INTROSPECTIVO
Una de las principales incorporaciones de esta realización fue el nuevo director Carlos Moreno, quien explicó las diferencias de esta cinta con su primera parte: “La película tuvo varias tareas, agudizar los conflictos y las situaciones que se incluyen en el universo en general y por otro lado viajar hacia la psicología del personaje principal. El objetivo no era repetir lo mismo, que apareciera otro caso periodístico de Frank, teníamos que avanzar”.
En Los iniciados: el diario de las sombras, el protagonista Frank Molina se encuentra en la clandestinidad, escribiendo desde las sombras de forma anónima. La sensación de calma de Frank es interrumpida abruptamente cuando un par de ojos y una nota ensangrentada aparecen en su puerta. A medida que aumenta el número de víctimas, Frank entiende que tendrá que escarbar en su pasado traumático si quiere encontrar al asesino.
El actor Jorge Cao (quien interpreta al antagonista, Augusto Pombo) comentó que en esta nueva entrega se hace un énfasis en el interior de Frank y de los personajes que están alrededor de él.
“Penetra más en el mundo psicológico de cada uno y narra los verdaderos conflictos que los convirtieron en quienes son. Eso es parte de la narrativa. Es una bendición, porque muchas veces en el cine se hacen personajes alrededor de estereotipos, pero aquí creamos seres humanos vivos, creíbles e interesantes” resaltó.
Por su parte, Andrés Parra, quien da vida al protagonista habló del proceso para construir a su personaje para esta producción: “Yo suelo agarrarlo mucho de las circunstancias que plantea cada escena, me apoyo mucho en el director. Lo más importante era tener lo más claro posible el viaje interno de Frank, en qué momento se parte y cómo es esa caída. Eso fue algo que conversamos y nos reunimos. Yo últimamente no he optado tanto por preparar los personajes, sino tener la suficiente sensibilidad parar dejar que las cosas pasen”.
En la secuela vuelven a verse escenarios como La Kasbah, un barrio popular y marginal de la ciudad. Asimismo, se integra otro nuevo: un hospital mental donde Frank Molina pasó los primeros años de su vida.
Carlos Moreno comentó que estos escenarios sucios y decadentes tienen un concepto simbólico: “El derrumbamiento que tienen los personajes es similar al derrumbe que está ocurriendo en el mundo. El hospital mental como se muestra, como se construye, es un símil de lo que está pasando en la psicología de los personajes, las calles deterioradas son una metáfora de la ruina mental y moral que todos están viviendo”.
Por último, el escritor y productor Mario Mendoza recalcó que la idea de esta nueva película era trascender los límites de sus propias novelas: “Yo creo que se trata de ser infiel, y en la medida en que se es infiel al mundo literario se hace mejor. Si pretendes llevar el mundo literario tal cual cometes un error terrible. Para mí lo más importante en esta segunda película es que el poder está enfermo y eso se materializa en el personaje de Augusto Pombo, que es un populista corrupto” concluyó.