Mariano Hueter (El grito de las
mariposas, El mundo de Mateo, Pensamiento colateral) es el showrunner de
El buen retiro (8×45’), una coproducción entre Kuarzo Argentina y Flow, con el apoyo de Audiovisual (programa del gobierno argentino), que se estrenó el jueves 15 por Flow.
Hueter cree que es una serie distinta a las que estamos acostumbrados a ver en LatAm porque son difíciles de financiar
y de encontrarles un nicho de mercado y de esa forma garantizarle a una
plataforma o a un sistema de streaming que va a tener retorno de inversión. “En ese sentido, hay que felicitar a
Flow que se animó porque apunta a un segmento de mayor edad que viene de su
época como operador de TV paga” explicó.
Para la serie convocaron a un grupo de
actrices veteranas de gran trayectoria como Mirta Busnelli, Betiana Blum, Claudia
Lapacó y María Leal, pero también hay actores más jóvenes que llegan a otro
target como Luciano Castro o Andy Kusnetzoff, entre otros.
Contó que siempre apuntaron a grandes figuras de los 80 y 90 tanto en el elenco
femenino como en el masculino y aunque los tiempos son más lentos todo fluyó, ya
que toda la trama sucede en una casa y eso les permitió cierta maleabilidad
ante cualquier imprevisto debido a que filmaron durante la pandemia.
La idea de Hueter fue grabar cada capítulo como si fuera una película, lo que encarece la producción porque hay que alquilar lentes de cine, personal
más especializado y hay que preparar mejor cada escena. “Entonces empiezan esas peleas entre producción, dirección y el
equipo, hasta llegar a un punto medio en el cual uno puede saber qué vale la
pena poner, qué no y qué le aporta valor, porque no tenemos un presupuesto
ilimitado, pero en el caso de El buen refugio se ve esa impronta”.
Su director, Pedro Levati, dice que la
serie no pertenece a un género específico porque tiene comedia, drama, misterio. En
cuanto a los personajes, tampoco hay figuras de buenos y malos, todos tienen un
poco de cada cosa.
“En ese sentido tratamos de encontrar una
narrativa un poquito más moderna, que los personajes sean lo más humanos
posibles y que a medida que vas conociendo su accionar, entendés un poco el
porqué” sostuvo el director, quien no descarta una segunda temporada.
“Trabajamos para que cada capítulo tenga su
gancho que invita al espectador a seguir viendo, porque hoy en día hay mucha
oferta de contenidos e hice mucho hincapié en la dirección de actores que creo
que es fundamental para tener un buen producto. A eso hay que sumar una
realización impecable, buena iluminación y una buena factura técnica. Obviamente,
siempre te gustaría hacer todo con más presupuesto, con más tiempo, con más
recursos, pero dentro de la posibilidades que teníamos, esa era nuestra
premisa, en nuestra cabeza lo más importante era que el corte final fuera lo más
cinematográfico posible” agregó.
Destacó el buen nivel actoral y técnico que
hay en Argentina y remarcó que debería producirse más en el país.
Sobre la producción en LatAm, siente que se armó un bloque hispanohablante que disfruta mucho de los
contenidos en español, cosa que antes no pasaba porque todo el mundo prefería
las series estadounidenses.
“Siento que ahora hay una hermandad entre
los que hacemos contenidos en español y antes eso no pasaba” sostuvo.