Alejo Smirnoff, Luciane Albertani, María Luisa Urquiza, Mariano Aragón, Ana María Bañolas y Piero Falci, panelistas de la mesa de programadores
(Omar Méndez, Cartagena de Indias). Otro round de operadores versus programadores se vivió el martes en el segundo día de conferencias de Andina Link. Fue, como la de la sesión de apertura, una contienda desigual. Los cableoperadores regionales asistieron en masa; los proveedores de señales más importantes, brillaron por su ausencia. Para escuchar las voces disidentes, el panel tenía prevista la participación de Sean Spencer, director de TAP, y de algunos ejecutivos de las señales de mayor distribución panregional. La ocasión se presentaba ideal para que los programadores respondieran a las acusaciones del lunes y para que los dueños de la diatriba sustentaran su papel de víctimas. Ante la falta de contendiente, la sesión, moderada por Piero Falci, volvió a ser un monólogo de recriminaciones y de pedidos para que cambien drásticamente su política de ventas de señales.En reemplazo de la prevista, la mesa central de debate fue ocupada por otros programadores, ninguno de ellos parte de la lidia. Tanto Mariano Aragón, de TVE; como Luciane Albertani, de Multipole (representante de RAI y de las señales árabes); Ana María Bañolas, de Deutsche Welle; y María Luisa Urquiza, de Clara Visión, remarcaron la necesidad de que unos y otros busquen acuerdos basados en las posibilidades reales del mercado que sirve cada uno de los operadores. Los empresarios de Colombia, Panamá, Ecuador, Costa Rica y Guatemala volvieron a elevar una advertencia: si los programadores no cambian su estrategia de cobros, quedan tres caminos: elegir otras ofertas, incrementar la recepción ilegal de canales o quebrar.“Las exigencias no están a nuestra altura. Además, los programadores no reconocen que nuestras redes son las que les permite llegar al usuario final y lucrar con la publicidad. Ese lucro debería ser motivo de una mejor negociación para nosotros”, remarcó el representante de una de las asociaciones colombianas. “Los precios nos llevan a la marginalidad”, advirtió el empresario ecuatoriano Diego Guzmán. Además de las tarifas, los proveedores de canales fueron atacados por incentivar competencias desleales como las que le genera la piratería de usuarios de DIRECTV y Sky.“Los programadores favorecen a DIRECTV pero nos juega en contra porque les entrega un headend a los ricos del lugar”, dijo Eduardo Stigol, de Intercable de Venezuela.